BIBLIOGRAFIA

MALVINAS: 25 AÑOS DESPUES TONY DÁVIES, EX

SARGENTO MAYOR DE LOS GUARDIAS GALESES Y

VETERANO DE GROSS  GREEN, ENTRE OTRAS BATALLAS


“Los británicos estuvimos a uno o dos días de perder la guerra de Malvinas”
A 25 años de (a guerra, un ex sargento inglés evoca Goose Green, el primer combate terrestre entre tos dos Ejércitos.
CLARIN.COM
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EL ex sargento mayor Tony Davies siempre soñó con hacer un crucero. Era su sueño en una familia de 11 hijos en Gales. La única vez que lo consiguió fue en una cabina del lujoso “Queen Elizabeth II”, con el regimiento de los Guardias Galeses, rumbo a la guerra de Malvinas de 1982.
Treinta años después no Le queda ni una sola foto del conflicto, El amargo recuerdo de sus amigos muertos en el bombardeo argentino al “Sir Gallahad o en combate, la profunda depresión, Lo Llevaron años atrás a una decisión extrema:
quemar Las fotos y su diario de la guerra para “matar’ una memoria, viva y dolorosa, que no se apagará jamás.
Treinta años después de la guerra, el galés Tony Davies ya no es sargento mayor sino teniente coronel y presidente del Unión Club, un hotel elegante en la zona de Watertoo que aloja a todos los veteranos de guerra británicos y sus familiares cuando llegan a Londres.
¿Volví a las Malvinas en 2000. Había jurado no volver nunca más. Tuve dos semanas de emocionantes reencuentros con soldados en Stanley y en Goose Greene. Cuando uno ve que hay más de 360 muchachos muertos sólo en un incidente como el del Betgrano, uno dice: “Dios, qué pérdida! Hermanos, padres, hijos. Una tristeza, dice Davies en su Union Club, sin ocultar las lágrimas. Hoy, trabaja para sus compañeros y para La paz. Cuando saLió para Malvinas, creía que las FalkLands estaban en Escocia, como la mayoría de tos soldados que lo acompañaban.
«8Creía que iba a La guerra?
¿Había estado en el Ejército por veinte años. Peleé en Aden, en Oriente Medio, en Irlanda del Norte, contra la insurgencia. Como soldado profesional, si mi país iba a la guerra, yo iba a pelear por él. Pero cuando esta task force comenzó a marchar, todos pensamos que iba a haber un acuerdo político y no una guerra. Yo siempre quise viajar en un crucero, y en el primero que fui en mi vida, fue a las Malvinas, en el Queen ELizabeth, a pelear. Muchos de nuestros soldados eran jovencitos: ni siquiera habían ido a Irlanda del Norte. Necesitaban mucho entrenamiento y cuidado. Cuando llegamos a Ascensión pasó el hundimiento del BeLgrano. ALLÍ supimos que no había vuelta atrás.
«8Cómo se siente usted respecto al Belgrano?
¿Muy triste, porque mucha gente perdió La vida. Lo que diría a una familia que perdió a un hijo allí sería que yo estoy muy triste y que me afecta
inmensamente. Yo perdí muchos amigos en esa guerra: cuarenta y cuatro amigos de mi regimiento murieron en el ‘Str Gallahad” y noventa y ocho quedaron muy heridos. «éramos soldados profesionales y los dos lados hicimos lo que creíamos que era lo correcto para nuestros países. Nos pusieron en esa posición Los políticos, ése es un triste hecho de la vida.

«8iParecen encantados de encontrarse con el enemigo.
¿Lo que pasó, pasó. No Lo podernos cambiar. Cuando yo fui a Malvinas en eL 2000, fui al cementerio argentino en Goose Greene. Recuerdo haber caminado por allí, ver Los nombres (llora), recordar tos días de La batalLa. Viví un infierno allí. Mount Harriet, Tumbledown, Kent, Longdon, Two Sisters. Jamás lo olvidaré. Espero que se den cuenta de que Los británicos estuvimos tan cerca de no conseguirlo, de no Llegar a Stanley.
«8Cerca de perder la guerra?
¿Absolutamente. Uno o dos días más y nunca lo hubiéramos hecho.
«8En Argentina no imaginaron eso. ¿Lo puede explicar?
¿Para el desembarco de San Cartas nos habían prometido cobertura aérea, que nunca tuvimos; que iba a haber helicópteros, que no tuvimos porque ustedes habían hundido el “Áttantic Conveyor”. Comida, munición, transporte estaban en extremo racionamiento una semana después de San Carlos. En mi regimiento terminarnos usando lo que las tropas argentinas dejaban en [a retirada: comida argentina, munición argentina y, en muchos casos, armas argentinas porque eran mejores a veces que las nuestras. EL día de la rendición íbamos a atacar Sapper HiLL. Pero el general Menéndez dijo “se acabó”. La artillería nuestra tenía sólo para cuatro rondas, que es nada. No teníamos gasolina, ni comida y muy poca munición. Y estábamos perdiendo a muchas tropas por enfermedad, el frío, Las heridas de las batallas. Un día o dos más ahí y podría haber pasado cualquier otra cosa.
«8Fue difícil La pelea con las tropas argentinas?
Muy difícil. Con el BlM 5 fue muy difícil. Y cuando avanzamos a Stanley se hacía más duro. Eran iguales a nosotros de buenos y pelearon bien. Nunca voy a olvidar a mi primer prisionero de guerra. Me creas o no, hasta cuatro meses antes había sido profesor en Swansea University, en Gales, que es de donde yo vengo. Fue en Mount Harriet, eran las cuatro de la mañana, La batalla había terminado y él estaba helado. Yo tenía una taza de té y él me habló en inglés; me dijo que había estado enseñando en Swansea University. No [o podía creer. Nunca más lo vi, no me acuerdo cómo se llamaba.
«8üCómo fue la llegada a Puerto Argentino?
¿Muy difícil. Había muchísimas minas, no teníamos apoyo aéreo ni artillería y todo era a la noche. Empezaron los rumores de La rendición. Llegaron veinte helicópteros al mediodía del 14 de junio, soleado y nevado. Llegamos a Sapper Hill y ahi paró la guerra, a quinientos metros de Stanley. Fuimos a los búnkers

argentinos, tomamos Los comidas, la ropa seca y Las raciones.
«8Y cuál fue su sentimiento?
¿Estábamos encantados de que la guerra hubiera terminado y de que hubiéramos ganado. Y estábamos muy sorprendidos por el número de argentinos que había. Me fui de Stanley en 1982 dos meses después de La guerra, en un ferry. Me dije:
Jamás volveré.” Pero volví. Después de la guerra empecé a tomar
inmensamente. Hasta que encontré a Denzil, un ex paracaidista que perdió una pierna en la batalla de Monte Longdon. El también estaba muy mal y me dijo que quería hacer esta asociación de veteranos. Llevamos diez años trabajando juntos y juntos volvimos con La BBC a Las islas por diez días. Y me sentí por horas solo, en esos cerros. Me hizo mucho bien.
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Goose Green: el principio del fin
Después del desembarco en San Carlos, los británicos se lanzaron a Puerto Argentino, un objetivo que quisieron tomar al principio de la guerra y no pudieron, Goose Green o Pradera del Ganso fue La primera gran batalla terrestre entre ambos Ejércitos. Sin embargo, esa batalla estuvo a punto de no llevarse a cabo. Los británicos, según documentos recientemente desclasificados, temían que una campaña dilatada, y cara en muertos y heridos, favoreciera las intenciones argentinas de firmar un acuerdo político.
El gabinete de guerra británico pensaba incluso que ése era el plan del gobierno militar argentino, por lo que el objetivo de La guerra, entre el 24 y el 25 de mayo de 1982, era que sus tropas se dirigieran “en forma inexorable hacia la toma de Stantey”. Goose Green era un objetivo secundario y los ingleses no planificaban otras acciones “hasta que se redujera la amenaza aérea argentina”, cuenta sir Lawrence Freedman en “The Qfficial Hístory of the Falk(ands Campaign”.
Fue el hundimiento del buque inglés Atlantic Conveyor y La pérdida de sus helicópteros lo que decidió al gabinete de guerra de Margaret Thatcher a “recobrar ¿a iniciativa y demostrar a (a población que la recuperación de las islas experimentaba un palpable avance”.
Los cañones se dirigieron entonces a las tropas argentinas emplazadas en Goose Green. ///

La compañía fantasma que le disparó al

misterioso Sea King


A 25 años de la guerra, un grupo de soldados argentinos revela que [a madrugada del
18 de mayo balearon un helicóptero británico. Creen que es el que cayó en Punta
Arenas.
aaniatocciarn.com
La talk force británica enviada a Malvinas tenía una enorme preocupación en mayo de 1982,
cuando el conflicto se había convertido en -guerra: los ataques de la Fuerza Aérea Argentina y
los misiles Exocet que lanzaban (os pilotos -de la Armada desde tos aviones Súper Etendard.
El 14 de mayo el almirante John “Sandy” Woodward ordenó una misión ultrasecreta. Tres buques de la flota inglesa, eL portaaviones Hermes y Las fragatas Glamorgan y Broadsword se acercaron a la isla Pebble, al norte de La Gran Malvina y enviaron a tres helicópteros Sea King con 45 hombres de la SAS (Especial Air Service). El resultado de La incursión de ese grupo operativo selecto de los británicos, fue la destrucción de seis aviones argentinos Pucará, cuatro Mentors y un Skyvan, más eL combustible y las municiones almacenadas en las cercanías. Esto es lo que revela el historiador británico sir Lawrence Freedman en su obra The Official History of the Falklands Campaign’.
Freedman y documentos ingleses desclasificados recientemente también dan cuenta de otra misión británica aprobada el 23 de abril por el gabinete de guerra de Thatcher: atacar las bases argentinas en el continente.
Los ingleses querían destruir [a base aeronaval de Río Grande, de donde salían las principales misiones aéreas de La Argentina y los temidos Súper ttendard de la Armada, cargados con los pocos Exocet con Los que contaba eL país: sólo seis misiles.
EL 14 de mayo el gabinete de guerra inglés aprobó otra misión secreta, esta vez contra el continente argentino. El plan consistía en enviar helicópteros Sea King, con fuerzas SAS, para dejarlos [o más cerca posible de Río Grande para retirarse después al otro lado de la frontera chilena, luego de Lo cual La tripulación hundiría el helicóptero para entregarse más tarde a Las autoridades chilenas”, narra Freddman.
En la tarde del 17 de mayo el portaaviones lnvincible y la Broadsward se acercaron a Las costas argentinas. Algunos periodistas memoriosos recuerdan un alerta roja y apagón en Comodoro Rivadavia, y testimonios posteriores sobre una espectral aparición, en la noche y en silencio, de los buques ingleses “al alcance de la mano” de Las costas argentinas.
Uno de los Sea King del Invincible, matrícula ZA290, despegó con ocho hombres del SAS en una primera misión de exploración e inteligencia a La que seguiría otra todavía más audaz. Ni Freedman, ni los documentos desclasificados explican con claridad qué sucedió con el helicóptero. Los británicos admiten que la máquina T’tomo consecuencia del mal tiempo, cayó en La costa chilena a 16 kilómetros de Punta Arenas y a 24 de donde estaba previsto”. Pero no había mal tiempo aquella noche del 17 al 18 de mayo, a no ser por una densa niebla que cubría Río Gallegos y buena parte del sur argentino. Londres informó días después que La máquina estaba en misión de reconocimiento y había tenido problemas debido al mal tiempo y se había perdido seguramente cuando trataba de llegar a Punta Arenas para hacer un aterrizaje de emergencia”, cita Freedman.
El 25 de mayo tres soldados ingleses, los pilotos y un navegante del Sea King, aparecieron sanos y salvos en Chile y fueron llevados a Santiago. Del grupo SAS, nada se sabe.
Pero veinticinco años después, la historia tomó un giro imprevisto. Siete ex soldados deL Regimiento de Infantería 24 de Río Gallegos, reunidos por Clarín, contaron una experiencia. Fue
vivida por parte de treinta y seis soldados de ese regimiento, todos de la clase 1963, que, por sus condiciones, habían sido destacados por el Ejército tomo AOR (Aspirantes a Oficial de Reserva) y destinados a la Compañía “C” de esa unidad, Una compañía que no existía entonces, y no existe hoy en los papeles oficiales. Es una compañía fantasma.
Lo que narran, con el rigor de lo vivido que Freedman envidiaría, es que en La madrugada del 18 de mayo de 1982 sintieron zumbar sobre sus cabezas una aeronave, que era un helicóptero, que no era argentino y que fue baleado por uno de ellos, en medio de la niebla. Al día siguiente supieron que una máquina británica había caído en Punta Arenas. Y aún hoy, tienen la certeza que se trataba del ZA290.
Con Clarín dialogaron Carlos Vivas, Germán Leeuwarden, Andrés Rebord, DanieL Giménez, Walter Piccin, Roberto Sesti y Horacio Yegro. Algunos de ellos volvían a verse después de un cuarto de siglo. Varios aportaron sus recuerdos de guerra: fotos, las chapas identificatorias que colgaron de sus cuellos, las cartas enviadas a sus familias. Vivas y Piccin, el soldado que baleó al helicóptero, llevaron la voz cantante del grupo y el Testo aportó datos más precisos, más nítidos.
—Esta historia la hemos contado muchas veces a nuestras familias y amigos; La conocen quienes eran nuestros jefes en el regimiento, pero nunca hemos sido vistos como veteranos de guerra o como participantes del conflicto. Ninguno de nosotros busca una pensión de veterano. Pero esto que vivimos, lo vivimos.
La fantasmal compañía “C del RIMEC 24 estuvo a punto de ser destinada a Malvinas pero finalmente fue a custodiar una precaria pista de aterrizaje, en medio de la nada, en un campo del sur de Gallegos.
—Allí estuvimos cinco o seis días, en aquello que parecía un aeroclub. Después nos reemplazaron y fuimos a un viejo casco de estancia en Punta Loyola.
Punta Loyola está a treinta y ocho kilómetros de Río Gallegos, donde la ría se vuelca al mar y donde se alza el Puerto Presidente lilia, el puerto de aguas profundas de Gallegos.
—Ese fue nuestro lugar hasta el final de la guerra. Cavamos los pozos de zorro, en un terreno que era piedra pura, y nos quedamos dos meses aLlí, congelados como Las aguas de un lago cercano. Nos decían que íbamos ganando, pero nosotros escuchábamos las radios chilenas que decían que Los argentinos eran unos mentirosos. La noche del 17at 18 de mayo, tal vez ya eran las primeras horas del 18, tuvimos una alerta roja. Ya había habido algunas, sobre todo cuando encontraron algunos botes de goma en la costa. Supimos que no era un helicóptero argentino por un par de cosas: primero, cuando venía un helicóptero argentino te avisaban, para que no le tiráramos; segundo, este no hacía el ruido de un helicóptero argentino. Era más bien un zumbido. Y venía del mar, y muy bajo, como de aquí al techo, sentías eL viento.
Piccin es quien cuenta ahora.
—Había una niebla muy espesa. Pero el ruido nos llegó del mar y, según mi posición, desde la izquierda. Lo único que veías era una lucecita roja, intermitente; el helicóptero iba y venía, como si estuviera perdido o buscara algo. Yo Lo seguí como dos mil metros por un terreno totalmente irregular. Hasta que decidí tirarte. Le vacié un cargador y moneditas. Pegarle, no te puedo asegurar que Le pegué. Pero tirarle, le tiré. Enseguida volví corriendo en zig zag a mi posición, con La idea de que iban a pegar la vuelta y a Liquidarme. Nos cagaron a pedos. Un capitán de apellido Wingar, se enojó muchísimo porque pensaba que era un helicóptero argentino. Pero Los argentinos llegaban de tita. Igual nos decía ‘Ustedes tienen orden de disparar sólo si Les disparan primero Y yo Le decía: “Bueno, él me disparó primero y yo se la devolví”. Nos querían estaquear a todos. Al otro día nos enteramos que un Sea King había caído en Punta Arenas. Á los doce soldados que estábamos de guardia, no nos quedaron dudas: era el helicóptero que nos había sobrevolado.
A partir de ese momento, la ‘compañía fantasma” del RIMEC 24 vivió en estado de alerta permanente: sus oficiales, pensaban, y acaso con razón, que un comando inglés podía haberse infiltrado en territorio argentino.

—A [os pocos días —recuerda Vivas— fui a buscar La comida y, desde un cerro cercano, como a doscientos metros, empezaron a dispararme; eran cerca de [as nueve de La noche y hubo un tiroteo bastante intenso. Formaron entonces dos grupos, uno con un Unimog salió a rodear a [os que disparaban, y yo fui con otros tres soldados, un sargento y un subteniente a pie hacia donde nos disparaban. Nos empezaron a disparar otra vez, a mas me temblaban [as manos y [as piernas, no hubiera podido darle ni a un barco; y el subteniente que iba con nosotros, con seis granadas, me decía: ‘Mira Vivas, yo nací para esto...” Como también Les disparaban a [os atacantes desde [a trinchera, nosotros quedamos entre dos fuegos. Así que-nos tiramos al piso y esperamos. Todo habrá durado unos veinte minutos, separados en dos tandas. Nunca supimos quiénes nos disparaban.
AL final de la guerra la Compañía “C” del RIMEC 24 fue disuelta. No hay registros de su existencia en el regimiento. Sus soldados tienen un certificado de servicio militar cumplido allí, pero no figura la Compañía “C’ como su destino. Un secreto tan insondable casi, como La misión británica en territorio argentino.
Pese a esa frustrada misión de reconocimiento, Gran Bretaña siguió [os preparativos de La segunda fase del plan, un tanto suicida, que consistía en el desembarco de cincuenta y cinco miembros del SAS desde un avión Hércules en un punto cercano a Río Gallegos; una vez que hubieran destruido Los Etendard, cuenta Freedman con algo de tino, “se Los habría sacado del lugar, no se sabe con certeza cómo”.
Los tres ocupantes del Sea King inglés, los tenientes Richard Hutchings y Alan Bennet y el tripulante Peter Imrie, fueron rescatados por un ex miembro de La Fuerza Aérea Chilena, Jorge Freyggang, que según la prensa de ese país habría cumplido misiones de espionaje en beneficio británico. (ver: ‘Chile y...”)
Desde Santiago Hutchings, Bennet e Imne fueron enviados a Londres. Contaron que habían tenido un problema en el motor del Sea King y que se habían dirigido a unas colinas. Y que habían destruido el helicóptero porque no sabían con certeza si estaban en Argentina o en Chile. Nunca explicaron, ni Les fue preguntado, el destino de los ocho miembros del SAS que viajaban con ellos. Los tres fueron condecorados al final de La guerra.

Malvinas: submarinos ingleses y misiones

secretas en Santa Cruz

Las naves británicas fueron detectadas en Caleta Olivia el 1 de mayo. Un día antes, una misión de combate de dos helicópteros argentinos que buscaban comandos británicos terminó en desastre con 10 militares muertos.
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A las diez y media de La mañana dell0 de mayo de 1982, cuando estallaba la guerra en las Islas
Malvinas y La talk force británica intentaba copar Puerto Argentino, dos submarinos enemigos
fueron detectados en Las cercanías de la costa argentina, vecinas a Caleta Olivia, provincia de
Santa Cruz.
La revelación, conocida un cuarto de siglo después de La guerra, no proviene de archivos desclasificados británicos, como podía esperarse, sino de La documentación argentina archivada por el coronel Fabián Brown, jefe del Servicio Histórico del Ejército. Figura en el Libro Histórico y en el Diario de Guerra del Liceo Militar General Roca de Comodoro Rivadavia, protagonista tal vez involuntario pero innegable de una parte de la Guerra de Malvinas que se libró en el continente. La información histórica, a La que tuvo acceso Clarín, fue ratificada por oficiales y ex soldados que prestaron servicio en ese Liceo Militar.

Unos y otros aportaron también información clave sobre La caída de un helicóptero argentino en la zona cercana a Caleta Olivia el 30 de abril de 1982, dos días antes de La detección de los submarinos, y apenas tres días antes del hundimiento del crucero General Belgrano por el submarino nuclear Conqueror.
Estos testimonios y la documentación a la que tuvo acceso este diario revelan que el helicóptero que cayó en Caleta Olivia, y en el que murieron diez militares argentinos, estaba en una misión de combate en el continente en búsqueda de un grupo comando británico que, se afirmaba entonces, había desembarcado cerca de Caleta Olivia y se había refugiado en una estancia de la zona.
El 2 de abril de 1982, cuando fueron recuperadas las Islas Malvinas, las fuerzas militares argentinas apresaron a varios marines británicos. Seis de ellos y un guardafaros, fueron enviados al Liceo Militar General Roca de Comodoro Rivadavia como prisioneros de guerra. Varios días después, fueron enviados a Montevideo y, al menos uno de ellos, se reincorporó a Las fuerzas que lucharon en Malvinas. Los días que pasaron los británicos en Comodoro Rivadavia, estuvieron cargados de tensión y bajo la amenaza de que un comando enemigo intentara rescatarlos de su prisión.
Esta historia fue revelada a Clarín por siete ex soldados que sirvieron en el Liceo Militar: Marcos Medina, Edgardo Blaguerman (que fue custodio e intérprete de los prisioneros de guerra británicos), Eduardo Taboada, Enrique Pirani, Darío Fitazzola, Oscar Steinbach y Luis Daniel García. Medina y Blaguerman Llevaron La voz cantante del relato. Pero eL resto aportó datos preciosos y precisos sobre los dos episodios y una foto, que se reproduce en estas páginas, donde se Los ve, muy jóvenes, junto al soldado Fernando Luis Sieyra, que murió en el helicóptero que cayó eL 30 de abril. Clarín entrevistó también, en Córdoba, al teniente coronel retirado Héctor Marengo, en aquellos días capitán en el Liceo Militar de Comodoro, que ratificó todos Los dichos de sus ex soldados (ver ‘Fue muy raro...’).
El alerta sobre la eventual penetración en el continente de fuerzas especiales británicas no decayó con La partida de (os prisioneros. En realidad, hoy se sabe que el 23 de abril el gabinete de guerra de Margaret Thatcher modificó sus Rules of Engagement, sus reglas de guerra, para permitir un ataque submarino al portaaviones “25 de Mayo”, al que sospechaban cerca de la costa. Además, el general inglés Julián Thompson alentaba el ataque a bases aéreas argentinas en Río Grande y Río Gallegos para eliminar la amenaza de los Súper Etendard de la Armada.
Dos anotaciones del Libro Histórico y del Diario de Guerra del Liceo General Roca son reveladoras de lo que ocurrió eL 29 de abril. Dicen:
“El día 29 de abril, siendo aproximadamente Las 2015 horas, el señor Director del Liceo Militar General Roca recibió la información que un grupo de comandos habían desembarcado en un puerto intermedio entre Caleta Olivia y Puerto Deseado; por Lo cual se organizaron dos patrullas de combate, las cuales iniciaron un movimiento de aproximación helitransportados a las 2100 horas aproximadamente, dado que las dos aeronaves debieron concurrir a hacer reabastecimiento a La base de la Brigada Aérea”.
“Se informó a los oficiales de Enlace de La Policía del Chubut y Santa Cruz, efectuar patrullajes en Ruta 3, toda persona que hable idioma inglés exclusivamente y con notable acento extranjero deberá ser detenida y remitida al Dest Icia 182”
La última anotación es de las 12 de la noche del 29 de abril. A esa hora, las tripulaciones de Los dos helicópteros, una, en la máquina ÁE419, al mando del teniente coronel Miguel Ángel Clodoveo Arévalo, jefe de La “Agrupación Comodoro Rivadavia” y la otra al mando del capitán Marengo, habían aterrizado cerca de Caleta Olivia. El ex soldado Medina, integrante de una de las tripulaciones del helicóptero, recuerda hoy: “Llegamos a la costa agazapados y a la playa cuerpo a tierra; íbamos armados y con las armas sin seguro. Nos decían que íbamos a fuego, es decir, a

entrar en combate. La gente del primer helicóptero montó guardia hasta las dos de La mañana y nosotros fuimos a descansar a La comisaría de Caleta Olivia, que quedaba sobre la playa. Los reemplazamos a esa hora hasta las seis y media. A las siete y minutos salimos hacia Los helicópteros que habían aterrizado a unos cinco kilómetros. Cuando nosotros llegamos al nuestro, ya el primer helicóptero se había ido. Salimos con rumbo al sur, era un día brumoso y volábamos sin contacto de radio con La otra máquina. Íbamos a una estancia llamada “La Floradora” donde se suponía que estaban Los comandos. Aterrizamos y estuvimos hasta pasados el mediodía. Recuerdo que los oficiales vigilaban con prismáticos, hasta que, sin tener noticias de la otra máquina, los oficiales deciden volver a La comisaría de Caleta Olivia.
A las 12,15 del 30 de abril, el helicóptero del coronel Arévalo ya había sido declarado en emergencia. Siguen tres anotaciones del libro histórico del Liceo Militar General Roca.
“30 1240 Abr. 82. Prefectura de Caleta Olivia informa haber encontrado restos de un helicóptero los que fueron identificados por el oficial piloto de la otra aeronave”..
“30 1315 Abr. 82. CTE Cpo Ej V (se refiere al general Osvaldo García) ordena no dar a publicidad ni comunicar dicha novedad a los familiares.”
“30 1320 Abr. 82. Se ordena al Área efectuar rastrillaje total y con todos Los medios (aproximadamente Bahía afuera 10 Km. aL sur de Caleta Olivia)”
Los restos del helicóptero ÁE419, un pedazo del tanque de combustible, fueron hallados por un civil que los acercó a la comisaría de Caleta, recuerdan hoy los ex soldados del Liceo Militar. “Había restos esparcidos en un radio de trescientos metros —recuerda Medina— y nos metimos en el agua hasta La cintura para rescatar los cuerpos que estaban totalmente mutilados: sólo rescatamos seis cadáveres, después de esperar cuatro horas a que bajara la marea para poder recuperarlos de La restinga. Cuando se dieron cuenta de Lo que estábamos haciendo, nos relevaron de La tarea, nos desarmaron y nos recluyeron en La comisaría de Caleta Olivia. Allí estuvimos creo que tres días, hasta que volvimos al Liceo.”
AL día siguiente, 10 de mayo, mientras la aviación británica atacaba la pista del aeropuerto de
Puerto Argentino en el primer intento de desembarco en las islas, en eL Diario de Guerra del
Liceo Militar se anotaba: “01 1030 May 82. Se detectó 2 (dos) submarinos en dirección a Caleta
Olivia”.
Luego se ordenó el repliegue a Comodoro Rivadavia del Regimiento de Tanques 8, y quedaron apostados en Caleta Olivia el Regimiento 1 de Infantería “Patricios” y la Compañía de Ingenieros
3.
Es La única referencia hecha en el Diario de Guerra a la detección de dos submarinos en la zona costera argentina. Las pericias sobre el helicóptero AE41 9 nunca fueron hechas públicas. Áún hoy se ignora si se trató de un accidente, como se dijo inmediatamente después, o hubo algún tipo de enfrentamiento con las fuerzas enemigas.
En el AE41 9 murieron el coronel Arévalo, el teniente primero Roberto Remi Sosa, Los tres aviadores del Ejército, teniente primero Marcos Antonio Fazio, sargento Pedro Campos y cabo primero Néstor Barros, y los soldados Jesús Marcial, Oscar Millapi, Marcelo Cmi, Luis Sieyra y Daniel Palavecino. Todos fueron condecorados post mortem con la “Medalla de La Nación Argentina al Muerto en Combate”.
Sus nombres figuran en eL monumento que, en Retiro, recuerda a Los héroes argentinos muertos en la Guerra de Malvinas. ////



La historia del soldado argentino que mató al jefe de paracaidistas

inglés
 Ocurrió en Pradera del Ganso, cuando tropas inglesas recuperaron Puerto Darwin. ÁIIf el. Teniente coronel. Jones cayó ametrallado por un conscripto. En el combate murieron 47 argentinos y 17 ingleses.
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Las guerras pueden durar meses o años, pero es un segundo el que decide el destino de los soldados. El combate de Pradera del Ganso o Goose Green, a las puertas del Puerto Darwin, es recordado como uno de los cruciales y más violentos. También porque allí cayó el militar inglés de mayor rango, el teniente coronel Herbert Jones, jefe de los paracaidistas británicos y toda una Leyenda de La guerra.
Esa batalla, entre La noche deL 28 de mayo y La madrugada siguiente, comprobó La supremacía británica, pero también la testarudez de Los soLdados argentinos. Quizá fue eL exceso de confianza Lo que acabó con el oficial Jones, uno de Los 15 combatientes ingleses enterrados en Malvinas.
Los argentinos Llevaban semanas aguardando La llegada de las tropas inglesas a La colina de Darwin, en Goose Green, uno de Los puntos estratégicos de la IsLa Soledad. Y los ingleses llevaban días planeando el ataque, aunque tuvieron que apurarlo 24 horas porque La BBC se enteró y Lo difundió por (la televisión. Así Lo reveló el año pasado eL investigador Lawrence Freedman, en La versión oficial inglesa del conflicto.
La primera Línea de la defensa argentina era ocupada por el Regimiento de Infantería 12, en su mayoría soldados correntinos sin preparación y con pocas armas —“pero valientes”, destaca Freedman—, que aguardaban dentro de pozos trinchera. Previendo un ataque, La noche anterior se había enviado a un grupo de apoyo de Córdoba, aL mando del teniente Roberto Estévez, quien no viviría para contarlo. Sí Lo haría Oscar Ledesma, un conscripto de 19 años que había sido elegido para manejar una de Las tres ametralladoras del pelotón.
EL ataque inglés fue brutal. Un escuadrón de 300 hombres tomó La playa por La noche y rápidamente avanzó tierra adentro, mientras una tremenda artillería sacudía desde un buque inglés la resistencia argentina, en ese momento de no más de 200 soldados. Las bombas arremetieron con sus esquirlas e incendiaron pastizales. Los argentinos resistieron por horas, pero dos de La tres ametralladoras argentinas quedaron fuera de uso en pocas horas y sobre las seis de La mañana los pozos empezaron a Llenarse de cadáveres.
Fue entonces cuando los atacantes sintieron que era el momento de saltar la línea. Tomaron los primeros pozos y tomaron los primeros prisioneros. Pero el oficial iones estaba “ansioso”, “exultante” y “apurado”, según Las definiciones de Freedman. E hizo algo que probablemente no debía, lo que los ingleses llamaron un rapto de ‘devastador coraje’. Se puso al frente de un pelotón de 15 hombres y encaró decidido contra una trinchera argentina. No vio que a unos 20 metros de distancia, detrás de una lomita que lo hacía invisible, un soldado cordobés sostenía La última ametralladora. Y Ledesma disparó. Vio venir al inglés y disparó una ráfaga, sin saber que era el jefe de los atacantes. EL hombre dio una vuelta en al aire y quedó boca arriba. Todavía vivo, iones acercó una mano a su cintura buscando una granada. Pero otra ráfaga lo sacudió. Eran las 6.30 de la mañana.
Los disparos de Ledesma fueron de los últimos que se escucharon en Goose Green. Minutos después las tropas argentinas se rendían y se convertían en los primeros prisioneros de [a guerra. En la batalla habían muerto 47 soldados argentinos y 17 ingleses. A los prisioneros Le siguieron días de encierro en un galpón de Darwin y semanas en un barco inglés y, consumada La rendición, el abandono en Montevideo. La batalla había sido la antesala del final. Fue, según los ingleses, “el muro moral’ de Malvinas y su camino hacia Puerto Argentino.
Historiadores británicos sugirieron por años que iones había sido matado a traición Luego de La rendición argentina. Pero la versión oficial de Freedman Lo desmiente. Como también eL relato que hicieron los sobrevivientes a Oscar Téves, autor del libro “La pradera del Ganso’, donde se reconstruye la batalla. Veinticinco años después, un monolito recuerda el lugar exacto donde cayó el oficial inglés y La Línea de tiro del soldadito cordobés. Muy lejos de los Galtieri y los Thatcher, eran hombres solos.


MALVINAS: INVESTIGAN PENSIONES IRREGULARES

Secuelas de la Guerra de las Malvinas: hay casi 700 subsidios bajo sospecha
Malvinas: investigan pensiones irregulares
Hay casi 700 beneficios dudosos; ya hubo bajas
Por primera vez la justicia federal investiga si el Estado paga pensiones de ex combatientes de la Guerra de Malvinas a personas que nunca intervinieron en el conflicto. Son, se sospecha, casi 700 falsos veteranos que causan un perjuicio anual de alrededor de 15 millones de pesos.
La investigación comenzó hace un año y medio, a partir de la denuncia de Ramón Borgobello, un veterano de la Fuerza Aérea que, en 2005, descubrió que en la fila para obtener la pensión había varios colegas que no habían tenido ninguna intervención en el conflicto. Cada ex combatiente cobra $ 1788 por mes, equivalentes a tres jubilaciones mínimas.
También fue clave una denuncia del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de la Ciudad de La Plata. La alerta la recibió unos meses después el fiscal Guillermo Marijuán, jefe de la Unidad Fiscal de Investigaciones de la Seguridad Social (Ufises), que resolvió indagar en un
asunto que siempre había generado sospechas, pero que nunca se había investigado a fondo,
Tras repasar la normativa sobre el tema, que a lo largo de los años fue incorporando a más beneficiarios al sistema a partir de la flexibilización del criterio para definir a los ex combatientes, el fiscal ordenó cruzar los padrones de veteranos de cada una de las fuerzas con el listado de beneficiarios que todos los meses cobran en la Anses.
Las nóminas incluyen unas 20.000 personas, pese a que las estimaciones de las organizaciones de ex combatientes indican que hubo entre 10.000 y 14.000 soldados en el archipiélago.
A mediados del año pasado, Marijuán confirmó sus sospechas: había 2453 personas que percibían la pensión y que no aparecían en las nóminas de veteranos.
Las conclusiones del estudio, del que participó la Gerencia de Asuntos Penales de la Anses, se giraron a la Unidad de Atención y Asistencia de Veteranos de Guerra de Malvinas del organismo previsional, para que se analizara caso por caso.
Allí se descubrió que 1768 beneficios eran percibidos por familiares de ex combatientes que habían heredado la compensación y que correspondía seguir pagándolos. De los otros 685 casos no hay por ahora explicación alguna. Si todos fueran veteranos falsos, sólo durante el
año pasado el perjuicio habría ascendido a 14.697.360 pesos.
El número de aparentes irregularidades supera la cantidad de soldados argentinos que cayeron durante el conflicto: 649; 323 en el hundimiento del crucero General Belgrano y 326 en el archipiélago. A eso hay que agregar unos 350 veteranos que se suicidaron desde 1982 hasta la actualidad por las secuelas psicológicas que les dejó el conflicto.
A fines del año pasado, la Ufises comenzó a recibir los resultados del entrecruzamiento de los padrones
y a denunciar las irregularidades ante la Justicia, En lo que va del año, Marijuán ya hizo 12
presentaciones por anomalías en la percepción de las pensiones. Hasta ahora hay dos causas abiertas,
que tienen como acusados a los que cobraban indebidamente la mensualidad, Pero el fiscal analiza
investigar las responsabilidades políticas.
En la mayoría de los casos se trata de personas que, para obtener el beneficio, presentaron certificados adulterados. También se detectaron casos de hombres que habían estado en las islas pero que cobraban dos pensiones a la vez. Esos beneficios ya fueron dados de baja por la Anses, informó a LA NACION una fuente judícial.
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Los beneficios
Las pensiones comenzaron a pagarse en 1990, a partir de la ley 23.848. Esa norma sólo incluía a los ex soldados combatientes conscriptos que hubieran participado en ‘efectivas acciones bélicas de combate,

en el conflicto del Atlántico Sur, y civiles que se encontraban cumpliendo funciones en los lugares en los cuales se desarrollaron estas acciones entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982
En 1996, el beneficio se extendió a todos los ex soldados combatientes conscriptos que estuvieron en las islas y a los que, habiendo estado en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), entraron ‘efectivamente en combate”,
Al año siguiente se modificó nuevamente la ley para incluir a los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que cumplían con los requisitos normativos que se encontraban en situación de retiro o de baja y que, a la vez, no gozaban de pensión alguna.
Durante el gobierno de Néstor Kirchner se decidió por decreto aumentar el monto de las pensiones, que pasaron a ser equivalentes a tres jubilaciones mínimas.
En la misma norma se resolvió también que los oficiales y suboficiales retirados que habían estado en as islas podian percibir el beneficio aunque ya tuvieran una jubilación.
La última modificación se hizo en julio de 2005, Se resolvió entonces que el beneficio alcanzare también a los oficiales y suboficiales en actividad.
Ahora, por primera vez desde el final de la guerra, el padrón de beneficiarios podría empezar a reduci rse.
Por Gabriel Suad
De la Redacción de LA NACION /////


Infobae Página 1 de 1
Viernes 14 de Msrzo de 2008 Imprirnr
Fecha de la nota: 19/02/2008
Ex represores cobrarían pensiones por
Malvinas
Alonso criticó la aplicación del decreto S86o5 del Poder Ejecutivo que habilita a los ex militares que hubieran estado destinados en el teatro de operaciones de Malvinas al cóbro de la pensión equivalente a tres jubilaciones mínimas, y que permitiría la inclusión de
“represores”.
“Este decreto es contradictorio con la política de derechos humanos que lleva adelante el Gobierno Nacional, e inadmisible ya que nadie tiene dudas sobre el deshonor de estos represores yjefes emblemáticos de la dictadura”, declaró Alonso al citar el ejemplo del ex oficial Jorge Eduardo Acosta (fotol), “quien cobra la pensión honorífica desde el pasado noviembre”.
El beneficio de pensión fue establecido originariamente por ley N° 23.848, confirmada por el decreto 886/05, para los ex soldados conscriptos que en 1982 se encontraban cumpliendo el servicio militar obligatorio y participaron en la Guerra de Malvinas.
“Este decreto es un agujero negro en la legislación actual, que posibifita a los represores acceder al beneficio de una pensión, excluyendo solo a los que hubieran sido condenados por violación de los derechos humanos”, cuestionó el presidente de Cecim al explicar que “los juicios de los represores beneficiados están en marcha todavía”.
Según relató Alonso, “el 24 de mayo de 2007, Jorge Eduardo Acosta concurrió al ANSES para iniciar un expediente a los efectos de acogerse al beneficio de pensión honorífica de guerra, y en noviembre de 2007 se la otorgaron - Beneficio ANSES 43-0-0006892-o — al igual que otros ex militares”.
A través de un comunicado de prensa, Cecim denunció a la vez que “en la nómina de militares beneficiados se encuentran, entre otros, también Mario Benjamín Menéndez, ex gobernador Militar; el teniente de navío Antonio Pernías; Juan Carlos Rolón y Julio Cesar Binotti (foto 2), torturadores de la ESMA procesados con prisión preventiva”.
“Siempre nos opusimos a que los militares cobren un subsidio por haber participado en la guerra. No podemos reivindicar a genocidas como héroes, y choca con la política de derechos humanos que está llevando adelante el Gobierno”, consideró Alonso al recordar “las reiteradas solicitudes de
esclarecimiento enviadas a la Secretaría de la Nación”.
“La única manera de que estos genocidas dejen de cobrar esta pensión, es que desde el gobierno deroguen el decreto, pedido que venimos realizando desde el año pasado”, dijo el presidente de Cecim. ////


Federación de Veteranos de Guerra de la Provincia de corrientes 26
ç Personería Jurídica V’ 00043/02 Aniversario
COMUNICADO DE PRENSA
La comisión directiva de la FEDERACIÓN DE VETERANOS DE GUERRA DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES que nuclea a mas de 20 Centros y Asociaciones de Veteranos de nuestra Provincia, se dirige por este medio a la opinión publica a fin de deslindar responsabilidades y dejar sentada la postura de nuestra institución ante los acontecimientos que se vienen suscitando en relación al proyecto de ley que beneficia a las soldados movilizados durante el conflicto por Malvinas, impulsados por algunos legisladores provinciales.
Aclaramos que nuestra institución esta integrada por soldados conscriptos, familiares de caídos en combate, civiles veteranos de guerra e integrantes de las tres Fuerzas Armadas del País, y tenemos un profundo respeto por los camaradas que quedaron en el Continente, nosotros pasamos a Malvinas, y defendimos con Honor la soberanía de nuestras Islas Malvinas, dando cumplimiento al compromiso adquirido al jurar la Bandera, de defenderla hasta perder la vida y podemos asegurar que los Camaradas que quedaron en continente si hubieran tenido la misma oportunidad, hubiesen estado a nuestra lado, pero cabe destacar que gracias a ellos, recibíamos desde el Continente, municiones armamento víveres etc,, para así poder cumplir con nuestro deber. No nos olvidemos de los hechos bélicos que se produjeron en el Sur de nuestro país, como de la presencia de tropas inglesas en el continente, par estos hechos y por otros mas, consideramos que es justo el reconocer a estos hombres por su actuación durante el conflicto del Atlántico Sur con Gran Bretaña.
-i ‘-
República Argenona
Tel. (03783j 4ó69S8-
Correo Electróníco, ///


CLARIN
Domingo 31 de marzo de 1996, Buenos Aires, República Argentina
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Informe Especial
Cuando los ingleses planearon atacar el sur

 argentino


Mikado: la operación que no fue


Sospechosa aparicion. Los restos del helicóptero Sea King, caído en 1982, en Punta Arenas. Ahora se sabe que fue parte de la Operación Mikado.
Posiblemente sea el último secreto de la guerra de las Malvinas y su relato ayude a hilvanar las suposiciones que se hicieron en la Argentina cuando un helicóptero británico “Sea King” apareció quemado en las cercanías de Punta Arenas, generándole a Chile una de sus más delicadas crisis con nuestro país.
Su impecable reconstrucción es obra de Nigel West, el escritor británico que publicará próximamente las operaciones especiales del conflicto angloargentino, que serializa el dominical The Sunday Times. Todo comenzó en los cuarteles del SAS (las fuerzas especiales británicas) en Hereford, en las cercanías de las colinas de Malvern. El sargento Bake V. era posiblemente uno de los más corajudos de su unidad y pidió una entrevista con el mayor John Moss para una conversación franca. Lo habían puesto a cargo de evaluar los riesgos de la Operacion Mikado, un acto suicida para su grupo en pleno conflicto angloargentino. En Hereford y por el rol de los comandos, las jerarquías se diluyen y vale la habilidad y la experiencia. Para el sargento, Mikado era una acción mal concebida y que enviaba al sacrificio al escuadrón B y exigió quese suspendiera. El mayor estaba anonadado porque también compartía las mismas reservas que el sargento. Creían que no debía hacerla el SAS y que desacreditaría a su regimiento.
Matar y morir



 En mayo de 1982, la guerra en las Malvinas habia comenzado y los pilotos navales argentinos habían
 usado los mi- siles franceses Exocet en sus cifrados aviones Super Etendart contra el destructor
* británico “Sheffield” después del hundi- miento
 del crucero “General Beigrano”. El efecto fue acción devastador y los 20 muertos shockearon a Gran
Bretaña. La inteligencia británica descubrió que Sobre bombas había más Exocet que podrían ser lanzados por los
argentinos. Si le pegaban al Hermes o al Invencible, buques madres de su flota, los resultados podrían ser catastróficos. El gabinete de guerra de Margaret Thatcher decidió que los misiles debían ser descubiertos y destruidos. La misión recayó en 65 hombres del Escuadrón B del SAS en una operación secreta que bautizaron Mikado. Debían volar hasta la base naval de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde estaban los misiles. Aterrizar en dos Hércules C-l30, destruir los misiles, los aviones Super Etendart, matar a los pilotos y refugiarse en Chile, “territorio neutral” con la excusa de un desperfecto técnico. Reagan le advirtió a Thatcher que esta clase de operaciones forzaría la intervención de otros países latinoamericanos en la guerra como Perú y Venezuela. Una operación en el continente crecía en la mente del gabinete de guerra de la Dama de Hierro.
Primer reconocimiento
Como primer paso, el capitán del SAS Anclrew H. viajó hacia Chile bajo la cobertura diplomática de asistente del agregado militar. Su trabajo era reconocer las rutas, la frontera y planear cómo se abastecerían. El comando pretendía infiltrar un grupo desde Chile para dar una alerta temprana einformar al SAS cuando los Super Etendart despegaban de la base de Río Negro. Pero luego se descubrió que lós aviones Harriet británicos no alcanzarían a los aviones argentinos antes de que lanzaran su misil Exocet. Después de analizar todas las opciones, se pensó que una operación estilo Entebbe (montada por los israeies para liberar a rehenes en Uganda) era la ideal. El escuadrón empezó a entrenar en las montañas de Escocia. El general Peter de la Biliere, jefe del SAS, pensaba mandar un helicóptero de avanzada al territorio argentino para el reconocimiento del objetivo, la ubicación de los aviones y del combustible. Pensaban que los Hércules británicos serían detectados 30 millas antes por el radar y recibirían una bienvenida de misiles antiaéreos. Por eso preferían la noche para actuar y aterrizar. Divididos en dos grupos de 15, el proyecto era destruir los aviones, identificar los oficiales y matarlos uno a uno. Si los aviones sobrevivían al aterrizaje y al ataque, escaparían por aire y si no, hacia Chile por la tierra helada y húmeda, un terreno donde los comandos británicos se sienten más que cómodos y se vuelven imbatibles.
Misión abortada
Las fotos satelitales de los norteamericanos mostraban una estancia cercana a la base, la de Sara Braun. Uno de los comandos dijo que había que matar a todos sus moradores. El 17 de mayo de 1982 partió desde el portaaviones “Invencible” un helicóptero inglés con tres comandos del SAS. Armados, con equipos de comunicación satelital, el grupo se dirigía hacia Río Grande cuando el radar mostró a 20 kilómetros del objetivo que habían sido detectados. Con mirada agonizante, el capitan L. consideró “la misión comprometida”. Se miraron entre todos angustiados y decidieron avanzar hacia el oeste, rumbo a Chile, en dirección a Punta Arenas. “Mision abortada” transmiten por el equipo y abandonan el helicóptero. El Ministerio de Defensa británico dice oficialmente que se trató de un aterrizaje de emergencia. Pero el mundo sabe que las fuerzas
especiales británicas están operando en el continente argentino o tratando de hacerlo. Los pilotos del SAS parten en ropas civiles en un vuelo de línea de Santiago a Londres. Más tarde hubo otro intento para llevar adelante la Operación Mikado. Pero 8 comandos del escuadron D murieron cuando un helicóptero se cayó al mar al trasladar a integrantes del SAS de un barco al otro en el Atlántico Sur pocas semanas después del primer fracaso. La señal que llegó desde los cuarteles de Hereford fue terminante: la misión suicida de la guerra se pospone.
La certeza de Zaratiegui
Pero el vicealmirante Horacio Zaratiegui, a cargo de la zona Austral en Tierra del Fuego, siempre tuvo sospechas de las intenciones británicas. Por algo lo habían entrenado los propios ingleses en su Escuela de Inteligencia en Gran Bretaña. Obsesionado con un posible ataque chileno, el oficial creía que hábía un alianza silenciosa entre Chile y el Reino Unido que le permitiría a los chilenos avanzar desde el oeste en recuerdo del diferendo del Beagle. En 1983 el ex comandante de la zona austral relató lo siguiente: ‘Nuestros radares observaron que el helicóptero se desplazaba desde el territorio chileno hacia la Argentina. Cruzó la frontera, luego quedó suspendido en el aire por unos minutos y desapareció del radar, clara señal de que había descendido. Volvió a aparecer a los 5 minutos en las cercanías de la planta de combustible y a 5 kilómetros de la estancia de Sara Braun, al sur de Río Grande y casi sobre el mar. Todo esto sucedió la noche antes que se descubriera al ‘Sea King’ incendiado en las cercanías de Punta Arenas. Zaratiegui estaba convencido que el helicóptero británico regresaba de una misión de reconocimiento, con un grupo de comandos que intentaba volar la planta de combustibles de la Bahía de San Sebastián, en Tierra del Fuego. La planta abastecía de nafta especializada JP1 a los 5 aviones Super Etendart franceses, a los 6 aviones israelíes Dagger y a los viejos Neptune dereconocimiento que actuaban contra la flota británica. El helicóptero inglés apareció en las pantallas de los únicos 3 radares de la isla de Tierra del Fuego con capacidad de interceptar sefiales. El primero en avistarlo fue el cabo operador del buque destructor “Bouchard”, que estaba fondeado en la bahía Esperanza. Sin usar el lenguaje cifrado, se lo comunicó a su colega del destructor Piedrabuena que estaba más al norte. También lo detectó el radar de la base aeronaval y diagosticaron que se desplazaba a 90 nudos de velocidad y rumbo 090, con dirección al este. Al día siguiente, seis helicópteros argentinos e infantes de marina se desplazaron por la isla en busca de sus rastros. No encontraron nada. Pero por precaución y a la espera de un ataque, la base de Río Grande había sido minada y se había alistado una compañía de infantes de marina para defenderla. La aviación naval argentina comenzó la guerra con 5 aviones Super Etendart y la fmalizó con ellos en perfectas condiciones. Estaban pendientes del envío de Francia otros 9 Super Etendart “que no llegaron durante el conflicto por las presiones británicas, aunque sí lo hicieron sus técnicos” y25 misiles Exocet. La entrega tardía era inevitable: en la lista de compradores estaba antes Irak, que seguía su guerra contra Irán.
Por Oscar Raúl Cardoso



Malvinas: el día en que Gran Bretaña pensó invadir Tierra del



Fuego


Contemplaba un ataque desde el territorio chileno. La colaboración de Pinochet con Gran Bretaña duró toda la guerra. Lo revela una investigación oficial encargada por el gobierno británico y publicada esta semana.
El libro del histodador inglés awmnce Freedmas sobre la guerra de Maivinas, basado en documentos secretos de Londres y aue acaba de publicarse en Gran Bretaña, con una informacón detallada sobre la sostenida colaboración del régimen de Augusto Pinocnet con las fuerzas británicas, que legó al punto de hacer pensar a loS militares británicos en la posbilidad de invadir el territorio argentino de  Tierra del fuego desde el lado chileno de la isla.
El plan, que fue desechado por cuestiones operativas, echa luz sobre otro hecho polémico de que sí se tuvo noticias: la misteriosa caída de un helicóptero inglés a 18 kilómetros de la ciudad chilena de Punta Arenas, el 20 de mayo de 1982. En aquel momento, sus tres tripulantes —Aian Benett, Richard Outcnina y Blain imrie— fueron devueltos a Londres Pero Feedman revela ahora que en el helicóptero habia otros ocho tripulantes, que fueron sacados de Chile en silenco (ver páqna 37). Según el historiador, eran oficiales de las Fuerzas Especales Britanicas que deban destruir una base argentina en Tierra del Fueco. A continuación, un extracto del capítulo dedicado al apoyo chilcno.

La colaboracion de Chile con Londres

Una de las cuestiones más controvertidas fue lo referido a la campaña por Malvinas fue en qué medida Gran Bretaña gozó del beneficio de una cooperación estrecha con Chile. Esta cuestión fue particularmente dominante en 1999, cuando el general Augusto Pinochet fue arrestado en Londres a causa de un pedido de extradición de España para enfrentar un juicio por crímenes contra la humanidad. La baronesa Thatcher se rnostro enérgica en su defensa, entre otras cosas en razon de su apoyo a Gran Bretaña en 1982. El propio Pinochet habló de cómo cuando las fuerzas argentinas  ocuparon las Malvinas en 1982, di instruciones a mi gobierno para que ofreciera, dentro del contexto de nuestra neutralidad, cualquier asistencia que pudiéramos a nuestro amigo  y aliado. Lo consideré una cuestión de honor nacional de Chile.
La lógica de la cooperacion era clara. Ambos paises mantenían disputas territoriales con Argentina y en ambos casos Argentina se comportaba de una manera inaceptable, ignorando los intentos de arbitrajes en el caso del Canal de beagle del  mismo modo que había recurrido a ias Fuerzas Armadas en el caso de las Malvinas, El principal obstáculo a la cooperación abierta era la rcnuencia chilena a contradecir la solidaridad hemisférica y la preocupación británica respecto de la tensión entre su reivindicación de que estaba actuando en nombre de la democracia y los funestos antecedentes de Chile en el área de derechos humanos. Chile tarmbien debía reflexionar sobre la fuerza militar superior de Argentina si evaluar los riesgos de apoyar una intensificación de fuerzas militares hritánicas Por eso era inevitabie que cualquer cooperación fuera secreta.
La posbilidad de cooperar con Chile se pianteó desde el inico de la crisis. (...) Cuando cl 2 de abril de 1982 se realízaron las primeras evaluaciones de probables respuestas sudamericanas a ia invasión argentina, enseguida se señaló a importancia de Chile. Empezaron a plantearse dudas en cuanto a si Gran Bretaña podía solicitar instalaciones y cómo reaccionar si Chile las ofrecía, Un primer indicio de la actitud chilena positiva fue un ofrecimiento de postergar la entrega del buque HMS Norfoik a la Marina chilena, que debía realizarse cl 6 de abril. Esto no fue considerado muy útil debido a la pequeña magnitud de la tripulación de la Marina Real, sus malas comunicaciones y falta de armas. Por otro lado, el buque auxlliar de la Arm ada Real Tidepool, un buque tanque que también debía ser entregado ci 7 de abril, estaba totalmente tripuiado y si se podía comprar una carga plena de combustible, resolvería probiemas de reabastecimiento para la Fuerza de Tareas. Los chilenos lo aceptaron. Zarpó el 14 de abrii hacia la cita con ia fuerza de Tareas y tuvo un papel clave en ia torna de Georgias del Sur.
Exista una posibilidad seductora de acción militar directa que dependía de la cooperación con Chile. Tierra del Fuego, una isla en el extremo sur de Argentina, estaba dividida en las provincias del oeste chilena y la del este argentina La provincia argentina estaba escasamente poblada pero incluía un yacimiento de petróleo que producía 24.000 barriles por día y dos campos de aterrizaje. en Río Grande y Ushuaia. Si podía ser capturada, sería una bofetada al orgullo nacional argentino; ofrecería un elemento de regateo en cuaiquier negociación permtiendo a la vez aprovechar instalaciones militares útiles que de lo contrario podían ser usadas en contra de las fuerzas británicas, de los comandantes. a Isla les pareció a primera vista un objetivo militar más fácil para la Fuerza de Tareas que las Malvinas. Estaria peor defendida y sa adaptaba más a un ataque por tierra desde Chile que a un ataque británico por mar. Habria un riesgo menor de víctimas civiles y un mayor elemento de sorpresa. No obstante. un aterrizaje exitoso exigiría primero operaciones intensivas contra la Marina argentina y los aviones de combate con base en tierra Y por lo tanto, aunque pudiera estabiecerse una fuerza británica en la isla, esta sería vuinerabie al ataque de aviones argentinos que operaran desde campos de aterrizaje en territorio continental. Esto justificaba, pues, operaciones secretas de fuerzas especiales para inhibir los ataques aéreos argentinos. Por lo tanto, aunque los riesgos a corto plazo parecían manejables. los problemas a más largo plazo eran mayores. También a política era problemática. La conclusion entre los dos países, indispensable para que la operación funcionara, causaría una tormenta.Todas las instalaciones portuarias y de campos de aterrizaje podían acelerar el avance de las fuerzas británicas, aliviar los problernas de apoyo y reabastecmiento de combustble y mitigar la ventaja geográfica aroentna. un contra estaba el riesgo de llegar a depender demasiado de su ayuoa, con el temor de que fuera retirada si las presiones regionales sobre Chile se volvían rresistlbles. Las propuestas cíe cooperación se concentraron en la obtención de inteligencia. En particular, a los comandantes les interesaba analizar la posibilidad de apostar el avión Nimrod de la Patrulla Marídma en el sor de Chile. La información sobre olancos desde el Nimrod aumentarla considerablemente la eficacia de los submarinos, que lleganan pronto al Atlántco Sur. Intemnacronaimente se lo podía. describir como avión de reconocimiento, pe;o no tenía capaódad ofensiva contra aviones de combate transportaoos por barco o en tierra. Su rada Seachwater le permitiría permanecer fuera de la zona de oatalla.
Una cuestión delicada era establecer cuái era la mejor manera de enfocar la cooperacion. El embajador oritánlco en Santiago entendía que debía hablar directamente con los militares chlenos Se suponia qce sería necesario un quid pro qoo. Las ideas se volcaron primero a la venta de aviones Honter, en los cuales os chilenos tenían interés. A la vez, los chilenos tenían un interés estratégico en un éxito orrtánco rápido contra Argentina, ya que les preocupaba que de lo conti ario los atacaran reo tres semanas y ya estaban disponiendo aprestns militares para responder a esa contingencia. (...)
S bien el Comité Conjunto de inteligencia opinaba que Chile estaría de acuerdo en ooe un avión Nimrod de reconocimiento aéreo no armado operara desde los campos de aterozaja chieoos, el embajador era más cauto, Por ejemolo, era poco probable que se pusiera a disposicion un campo de aterrizaje del sur. Uno que habia sIdo mencionado -—en a isla de San Félix— estaba a ó.oüo kilómetros de la zona de operaciones, a menos que el Nimrod sobrevolara Argentina. Solo sería útil como base de operaciones si las pistas de aterrzaje más al sur pudieran ofrecer reabastecimiento de combostiole.
Los ministros no sabían bien hasta qué punto llevar los vínculos con Chile. (...) Tarribien había caotela del lado chileno, lo cual refieiaba una concrencia cada vez mayor de que lo más conveniente para los intereses continentales chrienos más generales era no aiargar demasiado el coello, Los medios en general se mostraban favorables a Gran Bretaña, aunque la opnión publIca estaba dividida entre la satisfacción de que la arrogante y agresiva Argendna por fin recibiera so merecido y la angustia por un derramamiento de sangre latinoamericana. En Santiago todavía había medo de que si Argentina podía salir adelante con su agresión con un bajo costo, despoes se volvería en contra de ChBe (...)
Al mismo tiempo, los chilenos estaban aogostiaoos ante ia perspectiva de que las hostilidades entre Grao Bretaña y Argentina se desbordaran sobre so larga y expuesta frontera. Si había evidencias de confabulación en la obtención de inteligencia británica, Argentina podría de pronto volverse contra Chile, Había más tropas argentinas concentradas en Río Gallegos y Comodoro Rivadavia de ias que oodían oecesitarse para las islas Malvinas. Para no llevar ra stoacióo mas allá de lo prudente, el embajador Jooo Hoath opto o r soicit’des .uidaaosamunte redacLadas e taodo peo aigo n permitiera demostrar que aviones ingleses o chilenos volaban sobna el espacio aéreo argentino desde Chile. (,,)
Los comandantes fueron cautcic’sos por otra razón. ¿Serían respetados los ofrecimientos de asistencia? Heath confiaba en que sí. Muy pocos conocían os coosderables y secretos esfuerzos ooe se habían hecho para que la Cancillería no se enterara, pero Pinocnet aparentemente apoyaba la cooperación. Había un deseo de aprsvar ia resoL lón oritánica, pero en privado. Em: público la posición sería neutral. Sr ci:nolabao rumores de cooperacion chilena con Gran Bretaña, se oegar:ao de inmediato. (...)
A cambio de la ayuda, Chiie qua-ía transferencias de amas. (...) Después de la invasión, se realizó una propuesta por la cual uno o más aviones Canberra serían vendidos y voaríai a Chile con tnpuiaciones británicas oue entrenarían a las chilenas realizando reconoamiento fotográfico desde una base aérea en el sur de Chile. (...) Esto prospera hasta el punto de seleccionar los aviones y las tripulaciones y dejarlos en eserva, pero Cniie rechazo este proyecto ya que estaba seguro de que los aviones serían identificados y era posible que fueran rJernbados
Se consideró entonces la posibilidad de proveer aviones Canberra a un precio más atractivo. El 16 de aoril, se acordó que se enviarían en préstanro o para compra algunos avones Canberra y Hércules de apoyo, tonos con marcaciones chilenas. Los Hércules se podían descrihmr romo comprados por Chile oara su propia fuerza de transoorte aunque Gran Bretaña podía reccuerarlos después oc la guerra, No era posible enviar ios Nimrod ya que resultaría increíble que Chic estuviera comprándolos. Se permidría no obstante que ms Nimrod volaran sobre el espacio aéreo chileno y para aternzar en una eme»gencia. También se tomaria un radar. Por últmo, se pondrían a disposición detalles de movimmentos de superfitre de ia flota para su transmisión.
El 18 de abril, Lewmn informo a Nott sobre el avance. Su prioridad era la nteiigencia sobre las fuerzas arge tinas. ( .) El uso de un campo de aterrmzaje chileno adecuado daría a Gran Bretaña una capacidad nueva e indispensable, Debmdo a la urgencia de este requermmento, había muy poco bempo que perder. (..)
1 ripulaciones de a RAE (Real fluerza Aérea) operarían dos Canberra en el Atiánbco Sur durante un oeriodo de traspaso. Se desplegaría un avión oc apoyo Hércules tripulado hasta un campo de aterrizaje cniieno. Los chilenos querían anunciar su contrato de compra de aviones Canberra, pero Londres prefirmó mantener toda la coiaboracmón seo eta. para garantizar oue cuaiquer reconocmmiento inicia de Malvinas se mantuviera en secreto. lnicmalmente la operación avanzo según lo olareado, y para el 26 oc abrfl habían llegado a Santiago disimulados dos aviones Hercules Ahora e esperaba que los Canberra mlegaran a Chile después del 30 de abril. (.)
Los chilenos también estaban poniéndose ansiosos en cuanto al posible impacto que recmbirían si Argentina decidía que el juego por Malvinas había terminado y se volcaban a Chile para “recuperar el honor nacional”. (...) Se obseivó, muego de a capture de George del Sur, oua la satisfaccion uor la frustración de Argentina tenía corno contrapeso la aprensión de que Chile se viera arrastrado al conflicto. Pinochet dijo a la prensa que estaba preocupado” por ios hechos en Ci Atlántico Sur, y el canciller comentó ambmguamen’re hamentamos sinceramente que los llamados de paz hayan sido desoídos”.
La votacion en la OEA era inminente. El canciller chieno había propuesto una postura cautelosa, que habría sino denegada por Pnothet Chile se abstenoria el 27 de abril, aunque esto sería visto como un acto ‘inamistoso’. Esto reflejó una mayor convicción oc que Galtien y su gobierno no sobrevivirían al conflicto y que le crisis interna sería un preludio de un ataque contra Chile.
El 28 oc abril, justo después oc ia votación da ma OEA, Reuters informo lO oue ue calificado corno una deciaracúr oficmai del vocero d;el Mmnisterio de Defensa en Londres, en ci sentido de que Chle había aedo su permiso para desviar el Tidepont con el rin de que fuera e unmrse e la Fuerza de Tareas británica en Malvinas. Postermormente, pudo saberse que el tenue había aparecido en una conferencia de prensa en la cual se había oeciaado, en respuesta a algunas preguntas, que no se sabía “e cambió de roanos dmnemo” peno se sabía ‘que la venta seguía adelante pero la entrega había sido pospuesta con el acuerdo de los chmlenos”. (. .) Chile quiso una desmentida inmediata (...). El punto de vista dei Foreign Office era que seria poco prudente arriesgar una desmentda formal ya que podría simplemente qenerar más interés. Pera entonces. el Gobierno hmleno ya había publicadc su pnopia oesmentida. Cine consideraba que ia pregunte haba sido planteada a traves
de un penodista francés como una manera de ejercer p-esíórl sobre Chile después da su abstención en la OEA, ya une aparentemente ergentina conocía ia situacion del barco oesde hacía cierto tiemno.
Los chilenos entonces advirtieron oue en cuanto las operacones de los Canberra fueran detectadas por Argentina o por la prensa, ios hombres he la RAF (18 oficiales y 24 suboficales) que habían llegado antes que el avion tendrían que abandonar Chile de inmediato, El 27 de abhi, el (dmno ingles) Daily Star informo que: La semana pasada aviones caza Pbantoen \oiarOr en secreto ai sur de Chile, vía isla de la Ascensión, desde una base de la RAE en Suffoik. (...) Gran Bretaña ha pagado bajo cuerda a ios ch’lenos po» permitn’ que nuestros aviones utHcen su base vital de Punta Prenas. Ei preco’ ocho aviones Hunter Havker. Los aviones sin marcación abandonaron Brize Noiton de ia RAE el oomingo a bordo de un Boeng 747 cvil estadounidense’.
(.. jLos detalles de is historia eran tan faisos que Heath se preguntó si no sería desinformación a”gentina deliberada. (.. ) Chie también nacó como totalmente sn fundamento” informes según ios cuales aviones Pbantom de a PAF serían autorizados a aterrizar y recargar combustibm en Punta Arenas. El 29 de abni fue emitida una declaración británca. Heath advertía que Araentina estaba tratando de desacreditar la neutraidad de Chile en el tema Malvinas con preguntas hachas por medo de penudistas amistosos, y propuso los repudios más cuidadosamente redactados.
En la tarde dei 29 de abril, los Canberra todavía no haoíari recibido el visto bueno de Chile, Había aparecido otro informe de prensa, esta vez de Reuters, diciendo que Gran Bretaña tenía permiso para utilizar las instalaciones de aviacion en ci sur de Chile. Esta mayor postergacion hizo que ci entusiasmo dei Ministerio de Defensa pcr la operaoón comenzara a disminuir, y se hicieron planes para retirar un Héncuies. Cuando finalmente se recbió el visto oueno para que llegaran los Canberra el 3 oc mayo, eí curso de acción prudente parecía ser una primera msión de ios Hércules mientras ios Canberra se entregaban con más lentitud a Chile. A los chienos les habria gustado quedarse cor las Hércules y escaban ansiosos por los dos Canberra.
De modo que a comienzos oc mayo se estaban entregando ios primeros seis Hunter y se estaban seleccionaridc otros dos, pero no se había tomado ninguna decisión respecto de otnas (y al parecer había pedidos 20 más). i305 Canberra y repuestos estaban en oferta para Chile. ( ..) Chde había expresado interés en un raoar que se instalaría cerca de la frontera argentina. La oferta era a un precio rebajado con apoyo en su operación y mantenimiento. A mediados de mayo, se habia enviado el borrador de una rara de intención reiatva a la venta de los dos Canberra, Junto con una cantidad de repuestos y equipo de apoyo terrestre, y habían concluido las negociaciones en reiaqón con 105 otros dos Hucter adicionales. ( .
En una entrevista realizada en 1999 pero pubicada en 2002, el general Fernando Matthei, comandar,te en Jefe de 1a FuerLa ¿Aérea chilena en 1982, descnhio cómo acordé con un “agente secreto” la entrega de inteligenca a Gran Bretaña a cambio de pertrechos militares, sob’m todo aviones oc combate Hav;ker Hunter, un potente radar y aviones Canberra. Matthei recordó que después de la guerra ‘conservamos los aviones, el radar, los misiles. Ellos recibieron información puntual y todas estábamos contentos” Temnhién airrnó que Pinochet no había sido plenamente informado del acuerdo, “de tal manera que si la operación era descubierta, pudiera añrrnar que no sabía nada”. Describió ia creadón de un centro cíe mando subterráneo bien protegdo en Punte Arenas. desde donde se envaha la normación sobre los movimientos aéreos de Argentina desde todas las fuentcs a Nortriwood usando un. slstema de comunicaciones por satélite, La hija de Matthei, de hecho, ya babia nformado parte de esto en una carta a The Sunday Thnes cuando la controversia ocr Pinochet estaba en su punto cuiminante, señalando correctamente que el prlncioai contacto de su padre había sido un comandante de origada de la RAF (y no un agente secreto), y poniendo de relieve la importancia del control chileno de a actividad aerea argentina, con ‘normaoo transr i’da “ed’a .e una onemon sateita1 a a Fueri_ Je rareas Po- ese n’oc, ceadvertía a la flota del Adántico Sur cualouler ataoue inminente.
Entones comenzaron a producirse avances en todas las áreas. Se acordó que se aceptaría un avión de reconocimiento Nimrod en el campo de aterrizaje de San Félix, una isla remota frente a la costa de Chile, Desde San Félix, el avión podría hacer varias misones muy valiosas, recargando combustible de noche en la base aérea chilena de Concepción en la costa continental, y luego volar en el espac:o aéreo chileno en dirección al Atlántico Sur. El avión podría recoger informaoún útil fuera del alcance del radar argentino y transmitirla a la Fuerza de Tareas. El Nimrod sería apoyado por un VCIO. La orirnera misión tuvo lugai temprano en la mañana del domingo 9 de mayo, una segunda el 15 de mayo y une tercera dos días más tarde. Se obtuvn información iimitaoa pero significativa. Ei 18 de mayo existía preocupacron de que fuera demasiado arriesgado continuar con los iiueios, ya que probablemente esto llevaría a arruinar toda ia operación q a nfectar operaciones futuras. Woodvvand quiso que m avión volama las noches dei 19-21 de mayo solo por si ci Grupo de Transporte argentino estaba en el mar durante esos días cruciales, pero el deseo chileno de ver concluoa esa mision era rme, (...)
Mientras tanto, ia conexión chiiena estaba empezando a generar atención en Gran Bretaña El 24 de mayo, la p-imera ministra y otros ministros superiores recibieron cartas idénticas de miemhms del Parlamento conectados con la Comisión de iterechos Humanos en Chile. (..)Gran Bretaña nc quería avaiar la política de derechos humdnos chileno y a ia ‘ez quería asequrarse de no verse implicado en una acción chiiena directa co cra Argentina
Durante el curso de a guerra, la presencia de una sólida fuerza chilena en la frontera había ayudado a ‘2ran Bretaña aunque más no fuera por el hecho de que tenía amarradas a dos de las brgadas de Infanteria de Marina suoeriores de Argentina: Chile no había dejado de golpe de ser percibido como una amenaza pum Argentina. A medida que la guerra se acercaba a su conclusion, surgió preocupación de’ que Chile pudiera querer aprovechar las dificultades de Argentina. Parado organizarse con cierta prisa una. operación importante con 10.000 hombres que se iniciaría a comienzos de junio. Heath sugirió dar instrucciones de convocar en privado a algunas altas figuras chilenas para aclarar que Gran Bretaña no tenía intención de ser parte de ningún incidente fronterizo4 entre Chile y Argentina. S bien el Foregn and Commonwealth Dffice seguía pensando que era poco orobable unu acción chi1ena precipitada. Heath recibió autorización da establecer contacto para averiguar qué estaba pasando, siempre y cuando no expresara ninguna opinion sobre la cuestión. Heath informó acerca de la vision chilena oc que los refuerzos ri el Sur se habían considerado necesarios oebido a la incerhdumnbie acerca de las intenciones argentinas, especialmente si mantenían lejos a Gran Bretaña, pero que tenrendo en cuenta que ahora esto era poco probable y que Gran Bretaña regresaría a Malvinas, se sentían más tranquilos y estanan retirando algunus unidades.
TRADIJCCiOíi: Crlsth’ Sardoy


LA INVASION QUE NO FUE


ARGENTINA
Senta Cruz
Río GalIegos
C H 1 1 E lngjaterra pensó invadir
Tierra de Fuego y usar las pistas de aterrizaje de Río Grande y Ushuaia.
Base militar ConcePción?
Océano
Pacfrco
20 de mayo de 1982
Se cayó un helicóptero inglés
Sea King. El accidente generó
suspicacas.
Océano Atlántico
Punta Arenas
Río Grande Ti rr a del Fuego
• Ustiuaia
Isla de los EsLa das
Escala en km
200
o
loo



“Sin la ayuda chilena, para los británicos habría


sido más difícil”

Lavvrence Freedman, el autor dei libro con la versión oficial británica sobre la guerra de Malsinas, dio una entrevista a la revista cnilena Qué Pasa, pubhcada ayer, donde se refirió ai papel que cumplió el pais gobernado por el dctador Augusto Pinochet durante el conflicto, No sólo aportó apoyo nara asuntos de ntehgerca, como se crma nasta ahura, sino que también resoaldó operaciones mi1itares concreas:
“Los breánicos sabían de a tensión existente entre Santiago y Buenos Ares y pensaron de inmediato en obtener cooperación en Chiie. Posiblemente Chiie también lo consideró muy pronto, sostuvo Freedman.
Un agente especal britantco —relató-— fue enviado a Sanbago para llevar a cabo las egociacoones con Chile. Llegó el 14 de aoril, doce días después d& indo de !a guerra. Ese agente fue clave de todos ¿os contactos durante los siguientes dos meses... fue e1 oficial Sidney Edwands, comandanto de la Fuerza Aórca Británicu
la información entregada por los mdares chilenos fue impo”tante
“El avión de reconocimiento Nimrod comenzó a opera desde la isla de San Félix (en el Pacifico chileno) en mayo. El avión podía realizar varios viajes, reabasteciéndose en una base aérea en Concepcon, y luego volar por el espacio chileno hacia ci Atlántico Sur. La nave podía obtener información utii fuera d& akance de os radares argenfinos. El uso de la pista de la sla San Féix fue un pedido expreso de Londres a Chile.”
e “Se sugería que la posición del crucero General Belgrano (hundido el 2 de mayo del 82) pudo haber sido entregada a Gran Bretaha por Chile. Yo puedo creer que sí, pero no tieNe nueva mformacián que o ratifkara No tengo evidencms”, dho
‘La opción de nstalar una base británica en Tierra del Fuego (que hablan analizado los ingleses) no fue consersada con Chile. Era una muy mala idea. Surgió mu al principio y no pasó mucho tiemno antes de que los mandos militares se dieran cuenta de que era poco realista. Y voivia a Chile muy vuinerable a ser atacado por la Fuerza Aé-ea angertina”
• El 20 de mayo de 1982 cayó un helicóptero brtán,co Sea King cerca de Punta Arenas, en Chite. Los carabineros chilenos dieron con sus tripuiantes, que luego fueron enviados a Londres. i-reedmai reveló que junto a esos tripulantes abandonaron Chile ocho agentes de las Fuerzas Especiales Británicas “que debían destrutr una base argentina en Tiera del Fuego”.
e La tarea oc esos agentes era “hacer una operación de reconocmento para ver si podía atacar los aviones Super Ettendart argentinos sorpresivamente. Pero la operación salió mal a causa del mat tiempo, y aterrizaron en un lugar equivocado”. ¿Las autorIdades ci llenas sabían que esta operacon se prcducra? “Algunos tenian que estar r,foi maoos’ / tue a aconica respuesta ce F”eedman.
“El gobierno brtánico quedó muy agradeddo de la ayuda dada por Chile. ‘ro lo pongo de esta manera. si no hubiera habido cooperación chilena el resultado habría sido el mismo, pero hábría sido más difícil. En ese sentido —concluye Freedman—, la ayuda chilena no cambió el destino de la cuerra, 0cm claramente ayudó”‘i o cs a :si ITC


“La ocupación de Malvinas fracasó por la indisciplina de la Marina”


Si la operación de Astiz en las islas Georgias no hubiera precedido a la terrestre, y si se hubieran hundido los barcos británicos de transporte, el resultado en Malvinas habría beneficiado a la Argentina.
María Laura Avignolo.
mavignolo@clarin.com
En la Argentina hay corno un smdrorne de Vietnam: no se reconoce a os veteranos Tras sus investigaciones, ¿usted cree que os argentinos pelearon esta guerra dignamente?
—Es transparente que la ocupación de Malvinas ftacasó por la complete indisciplina de la Manna, que permitió que avanzare la operación de Astiz en eorgias antes de la Operación Rosano. Si la Operación Rosario hubiese exisbdo sin las Georgias antes —como lo había pedido el almirante Lombardo— habría sido extremadamente difícil para los británicos lanzar la Fuerza de Tareas. Los argentinos tenían un buen plan ci’je habna odo un éxito si la Marina hubiera logrado disciplinar a su gente. Las argentinas eran tropas equivocadas. Porque eran tropas de ocupación Pero usted debe recordar que los argentinos casi les ganan a los brnicos, Si ellos hubieran hundido los oarcos indicados —lOS de transporte y no los otros—. los británicos habrían estado enterribles problemas. Los británicos lo sabían. Su inhabilidad ocre defender Puerto Stanley (Argentino) fue notoria
¿Cuáles eran los problemas políticos de Margaret Thatcher frente a la invasión?
—Tuvo dos. Era obvio que había sufndo una humillación militar. Había fallado en defender un territono británco de una invasión y eso implicaba serios errores de su parte. Por eso el canciller pagó un alto precio ‘y ella también. Creía que debía renunciar, Era muy vulnerable en ese momento: se vivían dos años de extrema recesión en Gran Bretaña, lideraba un gabinete dMdido, tenía sólo unos pocos amigos y no era popular. Estaba esperando una derrote en la próxima elección de todas manera, por lo que no podía sino ganar en Mavinas.
¿La invasión de Malvinas le dio a Thatcher la posibilidad de ganar la elección británica?
—A Thatcher la salvó el conflicto. Siiencia a sus enemigos la convirtió en una figura mundial.
¿Por qué cree que las negociaciones fracasaron y Thatcher decidió ir a la guerra, que era una pesadilla logística para los británicos?
—Ella dijo después que lo hizo porque creía que Galtieri nunca se retiraría. La única forma de salir de ia situación era con la bandera británica flameando en Port Stanley. Era la única en su gabinete que tenía esta visión.
En la Argentina tampoco creían que iban a la guerra. Galtieri, Costa Méndez, Lamí Dozo pensaban que la Fuerza de Tareas nunca pasaría la isla Ascensión.
—Hay una frase que usó Kissinger. Cuando Alexander Haig, que no era muy inteligente, fue a verlo para preguntarle cómo había armado su diplomacia con israelíes y egipcios y qué hacer con los argentinos, Kissinger respondió: ‘Nunca va a funcionar. Yo estoy negociando con semitas, que al final del día, siempre quieren cerrar un negocio o un acuerdo, Usted está lidiando con anglosajones y latinos y todo gire alrededor dei orgullo. Ellos nunca van a ceder hasta que no haya una batalla”. Era correcto En esos días, Galtieri se sentía glorioso en el balcón y aterrorizado de ceder. Thatcher estaba en la posición onuesta: ella tenía que lograr la victoria. Por eso no funciorió, Hubo una posibilidad, con ia propuesta peruana. Si Haig hubiera conseguido que Reagan iC avalare y los argentinos hubieran estado preparados para aceptar una bandera de la ONU, ia británica y la argentina, Thatcher podría haber cedido. En junio, al final, hubo otro pian: de Pérez de Cuéllar. Reagan se reunió con Thatcher en París, El estaba fuera de este planeta, como sabemos, y le dijo:
“Vamos, Margaret. Debes aceptar este plan”. Ella contestó: “Hay demasiados muertos’. Pero los dos planes hubieran sido inteligentes.
• ¿Por qué Thatcher nunca escuchó al Foreign Office y por qué la Cancillería británica nunca logró convencer a los sucesivos gobiernos de que era indispensable negociar seriamente Malvinas?
—El gobierno británico siempre les dio a las Islas el derecho al veto. A ellos y no a los de la isla Diego García. Tenían un lobby muy efectivo en Londres y le daban a cada ministro que llegaba a las islas o en el Parlamento un dolor de cabeza. Cuando iC Fuerza de Tareas partió, la idea de ia guerra se impuso. Thatcher sabía que iba a haber una investigación oficial y debía destrozar a los argentinos y hacer flamear la Union Jack en Pueito Stanley. Era su necesidad política. Fue muy emociona: el hundimiento dei Sheffeld, la pérdida del Atlantic Conveyor, los ataques en San Carlos fueron momentos en os que ella pensó que perdía. La necesidad de poner la Fuerza de Tareas fuera de la costa de Malvinas fue altamente controvertida. Cuando perdieron los helicopteros, ios británicos tuvieron que caminar en las Islas tras el desembarco. El combate de Goose Green (Pradera del Ganso’i fue extraordinario: los argentinos debieron haberlo ganado. La Fuerza Aérea británica había prometido superioridad aérea y no la consiguió. La Fuerza Aérea argentina sobresalió y dañó seriamente a a Fuerza de Tareas.
¿Cuál fue la responsabilidad de Thatcher en el fracaso de las negociaciones?
—No tenía la menor fe en las negociaciones. Si los diplomáticos podían sacare los argenhnos de las Islas, o aceptaría, pero no confiaba en que pudiera ocurrir. Siempre se reunió con Haig y lo dejó co itinuar con las
negociaciones, aunque la frustraba Thatcher odiaba que e dijeran que debía demorarse. Pero consiguió poner a a ONU de su lado. Cuando el hundimiento del Beigrano abrió un debate legal, ella pidió aclaraciones de la situación. Siempre supo que estaba en a posición correcta de responder a una agresión y que debía llegar al final
Por qué Thatcher ordena hLmdir a Beigrano?
—El buque era una amenaza, estaba en el mar como parte de una flota de invasión que defendía una tierra ilegalmente tomada. Y era muy difícil encontrarlo. Cuando lo encontraron, estaban aterrorizados de perderlo. Hundirlo era una decisón inevitable.
¿Ese hundimiento no terminó como un catastrófko ejercido de r&aciones púbilcas para Thatcher?
—A esa altura, ellos enfrentaban un ejercicio aún peor: el portaaviones 25 de Mayo. Estaba en el mar tarnbin, repeto de aviones, y esos aviones podrían haber destrozado la flota bntánica, Despues del hundimiento del Belgrano, la flota argenfina volvió a puerto con problemas mecánicos, pero nosotros no lo sabíamos. En la medida que estos barcos estuvieran por ahí, siempre habría problemas. Podrían haber hundido cualquiera de ios barcos de la Fuerza de Tareas. Es cierto que el Belgrano fue un desastre de relaciones oúblicas porque mucha gente murió. A los britámcos se les decía: “No se preocupen, que vamos a ganar’. No era el caso en ese momento. Sl el Belgrano se hundía, el 25 de Mayo seguía con los Super Etendart arriba. Les hubieran pegado a todos los barcos británicos. incluido el Camberra. Hundir un barco líder era imprescindible.
• Después del hundimiento del Beigrano, ¿usted no considera que se vuelve una guerra grotesca en términos de imagen?
El Conqueror no bombarde 1’ a los barcos escoltas para que parbciparan en el rescate. El hundimiento del Sheffleld y del Covencry por parte de los argentinos equilibr 1’ el hundimiento del Beigrano y fue el peor momento de la guerra. La p rdida de estos dos destructores devastaron al gobierno brit nico. Es ah cuando el gobierno bnt nico pens (‘ uue no ganor, a la guerra. Es cierto que el hundimiento del Belgrano pared í brutal, pero sent an que estaban perdiendo la guerra. Silos argentinos hubieran dejado sus infantes de Marina en las islas y no los conscriptos, el equilibrio hubiera sido diferente. La p rdida de los helic l’pteros britnicos fue totalmente cr tic? porque no puderon atacar directamente Port Stanley.
• ¿Cómo explica que después de 25 años no haya negociaciones por MaMnas?
—Existió la ‘política de seducción” de Cudo Di Tella, Yo almorzaba con el cada seis meses y le decía: ‘SIga adelante’. Pero está mpregnado en la psiqms política de los bntánicos que no habrá negociaciones. Esa convicción nos cuesta muchísimo dinero, es estúpido,
Úiia’ historia oficial con justificaciones y detalles
El historiador inglés admite las dudas británicas sobre sus derechos en Malvinas, revela algunos pormenores y preserva la imagen de Thatcher.
Osciw Rau Cardoso
ocardono@ciarin.com
uaroaret natcne; estuvo m aaua oc; oesauo ruswnco que e paraeu a uiccaoura inwtar argentina de 1982 en las islas Malvinas pero... Quizá no debiera haber ido a la guerra. En primer ogar porque os otuos ce sooeranm ontamcos soore os arcnipm;agos austraes eran o suficientemente orecarios como para que una buena parte de a burocracIa estatal oascamenze la ae roregn stnce— tuvese senas aunas sonre a vaioez ne os msmos
argumento no es nuevo, excepto por el hecho de que ahora ha quedado estampado en la n;sto .aor:aa naesa oc a guerra. escnra por m acaoenco Lawrence rreeoinan nor encargo oc gobierno de Tonv Blar.
tu os cuS voumanes OC uu mstora orma ve a Lan pana ce as raíKanus, ostnuttoo e mono día de junio. la !Dama de Hierro emerge de texto con la corona de laureles intacta, Aun 5 a guerm. puco nacer eco ce cocosa conveTrenma, e se que.zo en m oscunoao nrmmaova en ias horas previas al hindimento del crucero Genera Belqrano o s, como suced6 con la batala de eraoera ce anso, oroeno una carga ce sus tropas por razones mas propagandlsocas que mUtares, Estos hechos fueron registrados po el uutor, que tuvo un acceso sin precedente a los archivos oficiales británicos del conflicto.Freedman —vicerrector ud King’s Coilege en Londres, donde enseña Estudios de Guerra— no interta emoujar a lady Thatcher dei pedestai y tampoco se detiene más de lo necesano en el derecho argentino porque, queda ciaro en lOS volúmenes, este trabajo también parte de la premisa según la cuai el triunfo de armas concede derechos a quien lo obtiene. Las cosas no vuelven a ser nunca como antes de que hablaran ios cañones, que es lo que ha buscado, ousca también hoy, riesde aquella derrota, la diplomacia argentina. En muchos sentdus esta historia oficial inglesa es menos cntica de lo hecho por Inglaterra que su precedente, el informe de la comsión parlamentaria que presidió Lord Franks en 1983.
Pero al menos hreedrnan tiene la honestidad intelectual de reg:strar i05 claroscuros de aquel breve drama bélico, Algo que uno no podr’a haber esperaoo si los militares argentinos de entonces hubiesen durado lo suficiente como para ensayar algo similar, La parodia del informa Rattenbach argentino es un antecedente.
Freedman asta autorizado para el intento; su trabajo está signado por ese conflicto de 05 80. En marzo de 1982 asumió su profesorado y un mes después el destino le do ura guerra recién estrenada para estudiar. Desoe entonces su nombre estuvo vinculado a la bibligrafía, notablemente nor “Señales de Guerra: el conflicto de las Faiklands de 1982, un libro de iggi que escribió junto a ia argentina V’rciinia Gamba. Esta es una colaboración para notar: Gamba se ha esforzado por hacer de aquel choque algo menos absurdo de lo que fue desde el proceso de decision argentino.
Freedman sólo logra varios momentos recordables. El recuento del análisis que iievó al primer canc:ller de Thatcher, lord Can irigton, a elabora, en 1981, una propuesta a la Argentina para un retroarriendo de las islas po; 99 años —al estilo Hong Kong— que discutieron en secreto dos enviados en Suiza, Nicholas Ridiey y el vicecanciller rnflitar, comodoro Carlos Cavánooi. Es de notar el enlace que construye entre esta iniciativa y las dudas de los políticos británicos sobre el derecho que asistía a su país. A pesdr de más de siglo y medio de ocupación —decían éstos con sordina—, lo cierto es que Londres nabía reconocido a la Argentina independiente en el siglo X1X, cuando había un gobernador argentino n las islas, sin hacer reservas territoriales,
Está también la duda hamiatiana que asolo al gabinete de guerra de la thatcher cuando se comprobó que a la flota, rápidamente armada para viajar a las slas, se hahín sumado dos unidades que ilevahan en su arsenal cargas de profundidad nucleares. Freedman describe a la Thatcher como desesperada ‘por retrarias de os buques’ —lo que finalmente se hizo—, pero al mismo tiemoo revela discusiones que prueban que “la opción atómica” estuvo en el trasfondo toao el conflicto.
Igual es posibie decir que la Argentina continental nunca estuvo completamente segura:
algunos comandantes sostuvieron la posibilidad de atacar primero otros territorios australes argentros menos fortificados.
Freedman sostiene que el hundimiento del crucero General Belgrano no fue una jugada politica sino niiiitar y perfectamente racional. Aunque admite que la Thatcher, que autorizó el ataque, no fue informada durante cuatro horas cnticas de que el crucero había cambiado curso y se dirigía a puerto. El historiador asegura que la decisión de modificar ias regias de combate —que peimitió el nundimiento— se hubiese debido adoptar igual. Thatcher recibe así una pátina de inocencia,
Para ouienos aquella guerra es un objeto de culto nteiectual el trabajo ngles ofrece pocas novedades, pero ayuda a completar el cuadro. Quzá sea mrás vaiioso para los que se interesan por el tuturo del diferendo; alimenta cierta sospecha de que el deseo y e reclamo argentino han quedado atrapados en una reaiidad oue va no existe, 

EL PAIS LOS REPRESORES PROCESADOS QUE COBRAN UNA PENSION HONORIF1CA POR MALVINAS


Con el honor metido en el bolsillo

Uno está prófugo y once, procesados por crímenes de lesa humanidad. Todos reciben aún la
pensión de los ex combatientes de Malvinas. Uno por uno, su historial.
Por Diego Martínez
Un militar prófugo de la Justicia y al menos otros once procesados por crímenes de lesa humanidad cobran la pensión “honorífica” que el gobierno nacional paga a ex combatientes de Malvinas. Seis meses atrás, a partir de la denuncia de organismos de derechos humanos, la Anses suspendió preventivamente el beneficio a ocho represores, incluido el marino Jorge Acosta, jefe de inteligencia de la ESMA. En teoría, la Anses y el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos iban a controlar cada mes el padrón de beneficiarios para que los nuevos procesados dejaran de cobrar y sólo volvieran a hacerlo si eran absueltos. En la práctica, pese a la insistencia de Páginal 12, fue imposible conocer oficialmente si los controles derivaron en nuevas exclusiones, pero sí fue posible confirmar que al menos una docena de retirados de dudosa honorabilidad cobra su pensión.
El caso más insólito es el del coronel retirado Norberto Ricardo Villegas, con pedido de captura de la Justicia federal de Tucumán desde febrero cte 2006 por el caso Vargas Aignasse y por la desaparición y el robo de la casa de Marta y Rolando Coronel en 1977. Según el sitio web de la Anses, Villegas puede retirar su pensión a partir del 22 de septiembre en la sucursal Luis María Campos del Banco Nación. El riesgo de quedar detenido es ínfimo: la Unidad Especial de búsqueda de prófugos, creada por una ley del Congreso que la presidenta Cristina Fernández promulgó en mayo, se resiste a existir. El 9 de agosto, Aníbal Fernández adjudicó la demora a que la Jefatura de Gabinete no le transfirió los fondos y anticipó que la creación se concretaría esa misma semana. No volvió a dar señales de vida.
de antes de la guerra.Lazanahor
La pensión para los colimbas que pelearon en Malvinas fue impulsada por los Centros de Ex Combatientes durante los ‘80 y se concretó por ley 23.848 a fines de 1990. El pago equivalía al modesto sueldo de un cabo del Ejército. Carlos Menem la extendió a militares en situación de retiro o baja voluntaria. En 2004, por decreto 1357, Néstor Kirchner traspasó la administración del beneficio de la órbita del Ministerio de Desarrollo Social a la Anses, la transformó en pensión “honorífica”, aumentó el monto hasta el equivalente a tres jubilaciones mínimas (poco menos de dos mil pesos) e igualó a sobrevivientes con derechohabientes de los caídos.
La zanahoria se volvió sabrosa y la Comisión Nacional de Ex Combatientes, dependiente del entonces ministro del Interior, Aníbal Fernández, comenzó a presionar para que el pago se extendiera a los militares, que desde 1994 cobran un plus salarial como ex combatientes. Lo logró en 2005: por decreto 886 pasaron a cobrar todos los miembros de las Fuerzas Armadas “que hubieran estado destinados en el Teatro de Operaciones Malvinas”, incluidos marinos mercantes y miles de oficiales y suboficiales que no se movieron de las bases continentales.
Los primeros en cuestionario fueron los ex conscriptos, obligados tras la derrota a firmar en Campo cJe Mayo un compromiso de silenciar estaqueamientos, desnutrición y torturas que padecieron de sus superiores. “Los militares fueron a la guerra por vocación, cobrando un sueldo, cumpliendo su deber, y al volver siguieron cobrando. A los soldados se les dio de baja y cada uno se las arregló como pudo”, explica Ernesto Alonso, presidente del Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (Cecim) de La Plata. “Reconocer a los militares con una pensión honorífica es un acto que coloca bajo el manto del olvido el reclamo de verdad, justicia y memoria que los soldados sostenemos desde hace 25 años”, agrega.
Los abusos contra colimbas, que el cineasta Tristán Bauer instaló en centro de la escena en Iluminados por el fuego, derivaron en 2007 en una denuncia ante la Justicia federal de Río Grande, Tierra del Fuego, presentada por el entonces subsecretario de Derechos Humanos de Corrientes, Pablo Vassel, actual secretario del Consejo de la Magistratura. La presentación detalla 73 hechos que podrían ser considerados delitos de lesa humanidad e identifica a 62 imputados, varios de ellos aún en actividad. La instrucción está a cargo de la jueza Lujan Herraez y del fiscal Mario Rapoport. Aún hoy resta que declaren más de sesenta personas, entre víctimas y testigos. Cuando lo hagan, la jueza comenzará a citar a indagatoria y se producirán las primeras detenciones.
El d?creto
El problema es que ni una imputación por estaquear a un soldado hasta convertirlo en hielo ni un procesamiento por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura impiden cobrar la pensión “honorífica”. El decreto 886105 de Kirchner excluyó a condenados por violaciones a los derechos humanos, traición a la Patria, delitos contra el orden constitucional, la vida democrática, o sedición, pero no sentó ningún criterio sobre los procesados, situación jurídica que exige un considerable cuadro probatorio, pero no es sinónimo de culpabilidad: somos todos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Según los registros del programa Lucha contra la Impunidad del Terrorismo de Estado del CELS, al día de hoy existen 421 procesados, 42 prófugos y más de trescientos denunciados por secuestros, torturas y asesinatos, contra apenas 32 condenados, los únicos excluidos del cuadro de honor.
En marzo, ante el reclamo de organismos de derechos humanos, el entonces director ejecutivo de la Anses, Claudio Moroni, ordenó suspender el pago a los represores procesados, “teniendo en consideración el especial espíritu que ilustra, motiva y conlleva el reconocimiento”. Fueron excluidos entonces los marinos Jorge Acosta, Antonio Pernías, Juan Carlos Rolón, Ricardo Corbetta, Hugo Enrique Damario y Juan José Lombardo, el general Osvaldo Jorge García y el suboficial del Ejército, Juan Carlos Camicha.
Moroni también convino con el Ministerio de Justicia un control mensual para que dejaran de cobrar y sólo volvieran a hacerlo en caso de ser absueltos. Desde hace dos semanas Páginall2 intenta infructuosamente que la Anses, que dirige Amado Boudou, informe si el control existe y si hubo nuevos excluidos. El ministro Fernández informó por medio de su vocero que cada mes el Registro de Reincidencia actualiza el padrón de procesados, aunque ignora si hubo nuevos excluidos. En los recuadros que acompañan esta nota se enumeran once casos de militares procesados por secuestros, torturas y homicidios que ponen en duda su honorabilidad y que aún cobran la pensión. A ellos debe agregarse el prófugo Villegas y también ex carapintadas que no llegaron a ser condenados sólo porque se fugaron del país a tiempo, como el mayor médico Pablo Santiago Llanos.
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EL P’iS > CAPITAN, HUIDIZO Y FUSILADOR
e preso
- El capitán Carlos Esteban Pié, ex subjefe de policía en San Luis, está sindicado como el autor material del asesinato de la estudiante Graciela Fiochetti. El ex chofer del servicio de inteligencia de la policía Jorge Velázquez declaró que Fiochetti fue torturada y violada. Le hicieron firmar un acta de liberación, pero al día siguiente volvió a verla en un centro clandestino. Dos noches después la llevaron junto a otro secuestrado a un descampado. Pié los obligó a arrodillarse. “Van a hablar o no van a hablar?”, gritó. Ante el silencio, les disparó a la nuca. Pié fue detenido el 26 de septiembre de 2007, después de dos años prófugo.
- El teniente coronel José Tadeo Luis Bettoli, oficial de inteligencia y presidente del Instituto Sanmartiniano de Formosa, está procesado por torturas y desapariciones en la Brigada de Investigaciones de Resistencia, Chaco (causa “Caballero”). También está imputado por la masacre de Margarita Belén.
- El coronel César Amadeo Fragni está procesado en la megacausa Campo de Mayo y será juzgado junto a otros cuatro militares por el secuestro y asesinato de Floreal Avellaneda, de 14 años, cuyo cadáver torturado y atado de pies y manos apareció en la costa uruguaya. El 15 de abril de 1976 el oficial de infantería Fragni estampó su firma en la constancia de detención de Iris Pereyra, en el mismo operativo que su hijo Floreal. Está detenido en el Instituto Penal de Campo de Mayo.
- El coronel Osvaldo César Quiroga está procesado por los homicidios de Miguel Vaca Narvaja, Arnaldo Toranzo y Gustavo De Breuil. El 12 de agosto de 1976, como miembro del Regimiento de Infantería Aerotransportada II, los retiró de la Unidad Penitenciaria 1 de Córdoba con una orden firmada por el general Juan Bautista Sasiaiñ. Luego los fusilaron en presencia de un hermano de De Breuil, también secuestrado, en inmediaciones del estadio Chateau Carreras.
- El teniente coronel Luis Alberto López está procesado como cómplice del asesinato de José Angel Pucheta, Carlos Sgandurra y José Villada, el 28 de mayo de 1976. Como miembro del mismo regimiento que Quiroga y también por orden de Sasiaiñ, los retiró de la cárcel de Córdoba amordazados y encapuchados. Los tres fueron fusilados por un grupo de militares y miembros del célebre Departamento II de la policía provincial. Familiares de Quiroga y de López cobran en la sucursal Belgrano del Banco Nación.
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Trador tirioth
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El capitán de fragata Julio César Binotti fue durante 1976 y 1977 jefe de la Tirador Binotti sección “tiradores” del Batallón de Infantería de Marina 2, en Baterías, donde funcionó un centro clandestino que la Justicia federal de Bahía
Blanca aún no investigó. En 1982 integró la única unidad naval que combatió cuerpo a cuerpo con los ingleses, el Batallón de Infantería de Marina 5, que tras la derrota se replegó en orden y con sus oficiales a la cabeza. El Centro de Ex Combatientes de Corrientes denunció que Binotti ordenó estaquear a un soldado chaqueño, de apellido Ferreyra, por un supuesto acto de indisciplina. “Lo ataron al suelo por los pies y las manos y le tiraron encima una lona, que no lo dejaba ver qué podían hacerle. Lo tuvieron así desde la mañana hasta la media tarde, durante siete horas”, relató el soldado Orlando Pascua. Tras la derrota, Binotti se integró al Grupo de Operaciones Especiales de la ESMA, con los alias “Fernando” o “Ciscardo”. El sobreviviente Víctor Basterra, que lo fotografió disfrazado de policía, contó en el Juicio a las Juntas que Binotti participó de secuestros, torturas y traslados, entre otros el de René Haidar “,Ustedes ahora terminan?”, le preguntó Basterra. “Este gobierno termina. Los grupos de tareas de la Armada nunca terminan”, respondió hace un cuarto de siglo el marino, ahora preso en Marcos Paz.
Al caso de Binotti se suman otros como beneficiarios de la pensión
honorífica:
- El capitán de navío Carlos Eduardo Daviou compartió el primer ‘vuelo de la muerte” que el marino Adolfo Scilingo relató ante el juez español Baltasar Garzón, quien solicitó su extradición en 1997. A diferencia de otras celebridades de la ESMA, Daviou fue un tapado que hizo carrera: llegó a ser segundo jefe de Inteligencia de la Armada, se retiró a fines de 1999 y fue detenido y procesado por el juez federal Sergio Torres recién en marzo pasado. En la ESMA utilizaba el alias “Justo”. Está preso en Marcos Paz.
- El capitán de navío Francisco Lucio Rioja, alias “Fibra” o “Jirafa”. Fue jefe del Servicio de Inteligencia Naval desde junio de 1976 hasta fines de 1977. Luego fue trasladado a Mar del Plata. Está procesado desde junio de 2006 por secuestros y torturas en la ESMA y en la Casa del SIN. También está imputado por extorsionar a secuestrados para robarles sus propiedades. Está preso en Marcos Paz.
- El capitán de navío Hugo Enrique Damario, alias “Jirafa”. Fue oficial de
mhtml:file://E:\Página- 1 2%20%20E1%20país%20%2OTirador%20Binotti.mht 19/09/2008Páginall2 El país :: Plá, el preso Página 2 de 2
- El teniente coronel Ernesto Hugo Kishimoto cobró su pensión en la sucursal Abasto del Banco Nación durante el año y medio que permaneció prófugo. Fue detenido el 4 de junio, cuando entregó su DNI para el check in en el aeropuerto de Posadas. Fue procesado por delitos cometidos en el Regimiento de Infantería de Monte 29, pero está excarcelado.
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RECORDANDO LA HISTORIA:




CUALES FUERON LOS INDICIOS DE LA AYUDA CHILENA:


• Política Domingo 13.09.2009 La inminente visita a Gran Bretaña Cuáles fueron los indicios de la ayuda chilena Los militares argentinos tenían datos oficiosos; el general Menéndez, crítico Noticias de Política: anterior | siguiente Sábado 24 de octubre de 1998 | Publicado en edición impresa • Del.icio.us Mister-Wong La intempestiva revelación de Margaret Thatcher acerca de la ayuda que Chile brindó a Gran Bretaña durante la guerra del Atlántico Sur no hizo más que confirmar las fundadas sospechas que siempre tuvo parte de la opinión pública y los datos oficiosos que disponían los militares argentinos. Sin embargo, nunca como lo hizo ahora Margaret Thatcher (una de las protagonistas clave en el transcurso de la guerra de 1982) se había reconocido explícitamente la colaboración que, según la ex primera ministra británica, le proporcionó a su país el gobierno del ex presidente Augusto Pinochet. Esto llevó, incluso, a que en las últimas horas militares retirados chilenos tuviesen que justificar públicamente por qué su país colaboró entonces con el Reino Unido. Para el general (R) Mario Benjamín Menéndez, ex gobernador de las islas durante la recuperación argentina, lo de Chile "fue un doble discurso" y una "actitud reprobable frente a una potencia colonialista que vino a rescatar por la fuerza un territorio que no le pertenece". El militar admitió que siempre existió una generalizada desconfianza hacia los militares chilenos y reconoció que, con indignación, solían escuchar por las radios trasandinas los mensajes que los chilenos pasaban a los británicos en pleno desarrollo del combate. Reconoció que, salvo los regimientos 8 y 25 y la Compañía de Ingenieros 9 con asiento en la Patagonia, el resto de las unidades con asiento en la frontera con el país trasandino no se movieron por desconfianza y que, por ello, fue necesario recurrir a soldados provenientes de climas templados. Informes suministrados por la inteligencia militar dieron cuenta oportunamente de las sospechas que originaban las antenas satelitales que Chile instaló en Santiago, Punta Arenas, Peyehue y la isla de Pascua, así como una cadena de radares que suministraban información sobre las salidas operativas de los cazabombarderos argentinos. Unos días antes del conflicto en el Atlántico Sur, los servicios de informaciones de las Fuerzas Armadas descubrieron de qué manera se entrelazaban los caminos del espionaje chileno-británico (como se informa en el mapa adjunto). Siempre vigilados Las empresas turísticas Exodus Expedition y Encounter Overland habrían formado parte de esa integración, puesto que incrementaron notoriamente el ingreso de ciudadanos británicos en la Argentina. Desde Puerto Iguazú, entraron en el país varios contingentes de turistas bien dotados de equipos fotográficos y radiofónicos de avanzada tecnología. Verificaron que en la provincia de Salta, durante 12 horas diarias, funcionaba una emisora radial clandestina en idioma inglés. Simultáneamente se registró el ingreso en el país de un desusado número de militares cordilleranos. Durante la realización de las maniobras británicas Fire Focus, en las islas Malvinas, se realizaron numerosas reuniones secretas, en propiedades cuyos dueños eran de origen británico, en Tandil, en la provincia de Buenos Aires, y en la provincia de Santa Cruz. El informe militar señala también que, en aquella época, se intensificó notablemente el pasaje de embarcaciones deportivas británicas por Punta Arenas hacia aguas argentinas. Asimismo, se detectaron frecuentes comunicaciones entre la estación de radio de la guarnición Punta Arenas y las islas Malvinas. La inteligencia militar argentina también comprobó que cuatro aviones bombarderos Camberra utilizaron un aeropuerto de Belice, país centroamericano, para ser camuflados con insignias chilenas. Estos aviones operaron en la zona, aparentemente, realizando vuelos de observación sobre el movimiento de la flota argentina en el Atlántico Sur. La Armada siempre tuvo las sospechas de que cada una de las salidas de sus buques de Puerto Belgrano era controlada de cerca por espionaje chileno, cuya información se sumaba a la de los satélites norteamericanos. Un hecho inocultable Pese a todas las sospechas e indicios de colaboracionismo, el único hecho concreto que los chilenos no pudieron esconder, pese a los intensos esfuerzos que hicieron en ese sentido, fue la caída de un helicóptero Sea King. La aeronave, que pertenecía a la corona británica, cayó a 18 kilómetros al sur de Punta Arenas, en la zona de Aguas Frescas, donde fueron encontrados los restos totalmente calcinados de la aeronave. El episodio, nunca debidamente aclarado, se produjo el 19 de mayo de 1982, en pleno desarrollo del conflicto bélico. Sus tripulantes no aparecieron jamás. Tampoco dejaron rastro alguno. Según se dijo entonces, el helicóptero estaba tripulado por comandos ingleses que tenían como misión destruir los aviones Super Etendard de la Armada argentina, cuya base estaba ubicada en Puerto San Julián. Francisco J. Papini Notas relacionadas Reconocen el apoyo chileno Santiago recibió baldes de agua fría desde Londres Los dichos de Thatcher no sorprendieron en Washington •




EL BATALLON DE INFANTERÍA DE MARINA Nº5 (BIM 5)


LA CAMPAÑA DE LAS ISLAS MALVINAS *




 Por el Almirante de Infantería de Marina (R) Carlos Robacio 1. Antecedentes El BIM 5, como comúnmente lo denominan los lugareños de Río Grande, Tierra del Fuego, nació y se desarrolló en un ámbito geográfico de clima riguroso, vientos excesivamente fuertes que calan a pesar de todos los abrigos, en especial en esos inviernos extremos en que la nieve y el hielo todo lo cubren y exigen a fondo al combatiente (el suelo se congela hasta más de un metro de la superficie). Esta geografía y clima, agregadas al hecho de estar posicionado en una zona limítrofe, nos pueden hacer comprender el porqué del temple y el estilo independiente y peculiar de todos sus integrantes. En ese confín del mundo, quien debe desarrollar sus actividades, aprende con rapidez que en el terreno, sin comunicaciones y logística, elementos que ya los Macedonios bien comprendieron en la antigüedad, es imposible desarrollar cualquier tipo de actividad o sobrevivir a las inclemencias del clima y mucho menos emprender o desarrollar las necesarias para el adiestramiento a la intemperie. El terreno de su zona de responsabilidad en la Tierra del Fuego, parte de la tundra patagónica, está plagado de túrbales y hay una buena porción de baja montaña, serranías y bosques, ámbitos todos en los cuales el Batallón acostumbra a desarrollar sus actividades. Todo esto crea un ambiente propicio para un adiestramiento intenso y realista. Si a ello agregamos las facilidades de munición mucho más que abundantes que disponíamos en esa época, que nos dieron la posibilidad de desarrollar numerosos ejercicios (y en todos hicimos un uso abundante de munición de guerra) nos permitió ir acercando toda la actividad de adiestramiento a la realidad que posteriormente íbamos a vivir. Ello fue una cruda y muy riesgosa exigencia, pero nos dió un adecuado marco de veteranía pues conocíamos muy de cerca el peligro y la contundencia del armamento que disponíamos, como así también nos permitió tener clara conciencia que para enfrentar el combate todos nos necesitábamos y éramos igualmente importantes. Por otro lado, convivíamos en nuestro cuartel con elementos de nuestro comando superior, la Fuerza de Infantería de Marina Austral (en ese entonces con sede en Santa Cruz), tales como una batería de Artillería, elementos de Exploración, Comandos, etc.; mas los refuerzos que para aclimatación y adaptación destacaba desde el norte periódicamente la Infantería de Marina (IM) Debemos sumar también los elementos de la Aviación Naval (aviones y helicópteros) que periódicamente se hacían presente en la isla para adiestramiento y, finalmente, la presencia de buques de guerra de la Armada en sus pasajes para la Base de Ushuaia. Toda esa disponibilidad de medios facilitaban y obligaban al Comando del Batallón a desarrollar una intensa actividad de planificación y ejecutar ejercitaciones completas y complejas, siempre bien dosificadas en el manejo de todos los fuegos, tanto terrestres, como navales y aéreos. La distancia de los centros del poder, la abundancia y complejidad de medios disponibles, le daban a la Unidad una gran libertad de acción para cumplir acabadamente una misión bien concreta, como es la defensa de nuestros límites en esa remota región austral. La unidad se adiestró permanentemente para el combate en zonas frías, baja montaña y monte austral. Es decir, desde siempre y través de todos los tiempos, esta Unidad, fue, es y será siempre un motivo de verdadero orgullo para cualquier Infante de Marina que pase por sus filas, no importa quien la comande, ni quien la integre, pues por tradición, por capacidad de medios y peculiares vivencias, en ella se hacen hombres y comandantes. Si a ello le agregamos el sistema de incorporación bimestral de los conscriptos de la IM de ese entonces que facilitó y obvió el drama que tendrían la mayoría de las Unidades de otras Fuerzas Terrestres que intervendrían posteriormente en el conflicto. Sencillamente aprecio que el BIM 5, era la única Unidad, equipada, adiestrada y espacialmente aclimatada para participar en el conflicto de 1982. No quiero que ese motivo de orgullo haga malinterpretar mi pensamiento, nada más lejano en mi mente, ni en la de ninguno de sus integrantes, desmerecer el desempeño de otras Unidades, ya que, esas diferencias, exaltan mucho más el valor de todos mis camaradas puesto que en ese conflicto cada uno dio lo que más pudo. El BIM 5 era sin lugar a dudas una Unidad de Combate, cohesionada, sufrida y con un alto espíritu para afrontar cualquier misión. Contaba con el 75% de los Oficiales, Suboficiales y Cabos de 1981, el Comandante cumplía su segundo año de ejercicio del Comando, el 20 % de los conscriptos más noveles habían ingresado a principios de octubre de 1981 y ya. estaban para abril de 1982...totalmente formados y adiestrados. El 2 de Abril de 1982, nos había sorprendido con toda la Unidad adiestrándose en el terreno en nuestra tercera ejercitación, en el ensamblamiento de todos los elementos de combate, apoyo de combate y servicios para apoyo de combate. En esas ejercitaciones, centrábamos el adiestramiento casi exclusivamente en las horas de oscuridad, pues siempre pensé que el combate nocturno se adaptaba mucho más a la realidad. El Batallón se movía con mucha más solvencia en el ataque, que en la defensa , el que ataca de noche, minimiza las bajas y desconcierta al defensor. El combate real nos demostraría que el día es para observar y la noche para atacar, así lo hicieron nuestros adversarios. El alto espíritu de Unidad hizo que casi el 90% de la tanda que estábamos dando de baja y a punto de partir para sus hogares, bajaran de los aviones y se reintegraran voluntariamente a la Unidad, cuando se hizo publico el desembarco del 2 de abril y cambiaron nuevamente su ropa civil por la de combate. Paradójicamente esos conscriptos más veteranos, integrarían la mayoría de las bajas en el combate de nuestro batallón. Me emociona aún recordar su total entrega para cubrir y proteger a sus compañeros menos fogueados, contrariando incluso mis órdenes de repliegue en la mañana del 14 de Junio de 1982. Esta es una verdad que contradice a aquellos que mal llaman "chicos" a nuestros “combatientes", esa mentira, es un insulto para una mayoría abrumadora de valientes que luchó y dio su sangre..., mas allá de todo interés, en defensa de nuestra soberanía. Nuestro Batallón no llevó todos sus hombres, ni la totalidad de sus elementos en su despliegue, fue una tarea azarosa y dura determinar quienes irían y quienes tenían que quedarse, cuando llegó la tan ansiada orden de desplazamiento a nuestras añoradas Islas Malvinas. Es conveniente aclarar aquí, como también lo hice con mis hombres antes de partir, el porqué no llevamos a Malvinas la Bandera de Guerra de la Unidad. Nunca ignoré dada la envergadura y veteranía del enemigo que íbamos enfrentar, la posibilidad de que nuestra misión pudiera no terminar con el éxito que nuestra mente y corazones verdaderamente deseaban. Ese sagrado paño representa todo lo que somos los argentinos y la Patria heredada, que verdaderamente existe y seguirá existiendo. No podía ese paño, correr el riesgo de caer en manos extrañas a las nuestras ya que, siempre se inculcó en el Batallón que "Dios y nuestros símbolos se llevan permanentemente en la mente y en el campo de lo que somos capaces de hacer", aunque El y ellos no estén en visibles. 2. El BIM 5 en Malvinas Cuando arribamos a Malvinas el 08 de Abril de 1982, ya se encontraban en la Isla, conformadas bajo el mando del Gobernador, el General de Brigada Mario B. Menéndez, tres agrupaciones: la del Ejército Argentino, de la Fuerza Aérea y de la Armada, y cada Fuerza debía solucionar el Sostén Logístico de sus efectivos. De inmediato pasamos a depender del apoyo logístico que nos proveería la Armada, en lo que hace al empleo operativo de la Unidad, su dependencia era del Comandante de las Fuerzas Terrestres (Ver El BIM 5 inicialmente estaba conformado por las siguientes fracciones: Comando de Batallón, Compañía de Apoyo Logístico, tres Compañías de Tiradores, una Sección de Morteros de 106,6 mm, otra de 81 mm y una Batería de Artillería Otto Melara de 105 mm.; aunque en realidad sus efectivos totales, armamento y equipos pesados irían arribando y se completarían el 11 de abril, salvo algunos polizones "fugados de Río Grande”, que se fueron agregando. Posteriormente por cambios en el dispositivo en el terreno y para lograr un mejor aprovechamiento del mismo, se agregaría la Compañía C (-), del RI 3 bajo el mando del Capitán Varela, de la cual conservamos un inmejorable recuerdo junto con la Compañía B (-) del RI 6 del Mayor Jaimet que se agregaría en las instancias finales de la batalla. Ambas Subunidades combatieron con mi Batallón En los momentos iniciales del despliegue, como unidades palpables y concretas estaban el RI 25, el RI 8 y el BIM 5. También tomamos entonces conocimiento que las fuerzas terrestres enemigas serían de una magnitud de alrededor de tres brigadas y que las mismas tenían la capacidad necesaria para ejecutar un desembarco anfibio, combinado con un asalto vertical y además que ya se encontraban operando elementos de reconocimiento en las islas. Al enterarnos que el RI 8 sería desplazado a Puerto Fox, sentimos una gran inquietud y hubo que introducir cambios en las responsabilidades. EL RI 25, se hizo cargo de la defensa hacia el Este de Puerto Argentino y el BIM 5 hacia el Oeste, tanto es así que el Monte Longdon fue ocupado inicialmente por la Compañía Obra (-) de nuestro Batallón. Posteriormente llegarían refuerzos (Ver Figura N° 3. Para la defensa de Puerto Argentino, todos esos refuerzos se irían integrando bajo la dependencia del nuevo Comandante de la Fuerzas Terrestres, el General de Brigada Oscar Jofré, con Unidades de la X Brigada de Infantería, mientras que los de la Brigada III se estacionarían a la vera del estrecho de San Carlos. En la defensa de Puerto Argentino, bajo el aspecto estrictamente terrestre, para no alargar innecesariamente este relato, se desplegarían las siguientes Unidades: En el istmo del Aeropuerto, el RI 25, luego el RI 6 al Sudeste de la localidad. Al Sur de Puerto Argentino, el Grupo de Artillería 3 y el RI 3, hasta el camino al sudeste de Sapper Hill. El BIM5 en el centro del dispositivo, en Sapper Hill, Monte William y Monte Tumbledown . Hacia el oeste, en Montes Harriet y Two Sisters el RI 4. Como nexo entre esta Unidad y el RI 7, la Compañía B del RI 6, el mencionado R I7 en Monte Longdon y las alturas de Wireless Ridge. Es bueno recordar que las zonas asignadas a todas esas Unidades excedían dos y tres veces el área que normalmente se le debía asignar a Unidades del tipo de las descriptas. 3. Las acciones de combate Es bien sabido que a partir del 1 ° de Mayo se inician las acciones de combate, con el bombardeo a la Zona del Aeropuerto y casi inmediatamente se inicia el asedio de fuego naval, al que se le irían agregando con posterioridad, los fuegos de la artillería terrestre enemiga. Resumiendo, la Guarnición que defendía la localidad de Puerto Argentino antes de llegar a la batalla final, soportaría un asedio de casi 44 días y, lamentablemente, sin la posibilidad de devolver tantas atenciones, salvo esporádicamente. Haré ahora en el relato un salto muy grande sobre las diferentes situaciones que se fueron atravesando en San Carlos, Goose Green, las luchas de los Comandos por el terreno intermedio y por último las correspondientes a los Montes Harriet, Two Sisters y Longdon, pues imagino que las mismas están reflejadas o se mostrarán por los actores directamente involucrados. Trataré de hacer un relato muy comprimido por razones de espacio y de tiempo, circunscribiendo el mismo fundamentalmente a las vivencias que involucran al Batallón que comandara en ese tiempo en Malvinas. La Batalla por Puerto Argentino comienza con el ataque por parte de la Brigada de los Royal Marines al RI 4 que ocupaba los Montes Harriet y Two Sisters y por parte del Batallón de Paracaidistas N° 3 a la Compañía B del RI 7 que se encontraba reforzada con una Sección de Ametralladoras 12,7 mm perteneciente a una Compañía de IM de Ametralladoras que se había organizado especialmente para el conflicto y que fuera destinada originalmente como refuerzo de mi Batallón, al arribar a Malvinas la Subunidad fue agregada por secciones a varias Unidades, otra se agregaría al RI 25. El ceder estas secciones, así como el apoyo indiscriminado de la Artillería del Ejército en Malvinas hacia el BIM 5, la integración de Elementos de Comandos de las tres Fuerzas, el apoyo de Ingenieros, etc., fueron definitivamente el inicio de la acción conjunta que antes básicamente no practicábamos. A partir del día 12 de Junio, aproximadamente a las 1000 horas de la mañana, el dispositivo defensivo mantenía aún en primera línea al BIM 5 reforzado, y al RI 7 (-). Este Regimiento, que había perdido su Compañía B, persistía en aferrarse a las alturas Wireless Ridge, con su puesto de Comando y la Compañía C en posición. En las alturas del oeste, ahora en manos inglesas, la Brigada de Royal Marines (RM),compuesta por los Batallones RM 40, 42 y 45 se había apoderado de los montes Harriet y Two Sisters y se aprestaba a ser sobrepasada por la V Brigada del Ejercito Británico , a tres Regimientos: uno Galés, otro Escocés y otro Nepalés (Ghurka), para lanzar la segunda fase de la batalla, sobre el BIM 5. En tanto, en Monte Longdon, se encontraba el Batallón de Paracaidistas Ingleses Nº 3 (Para 3) listo para apoyar el ataque del Para Nº 2, sobre el RI 7 (-). Es interesante aprender las lecciones del enemigo, en el sentido de tener bien en claro, como iba disponiendo de sus efectivos en ambas fases de su asalto sobre las posiciones del sistema defensivo, siempre asegurando una clara superioridad numérica, de no menos de 3 a 1, tomando como una totalidad la magnitud de las unidades que se enfrentarían. La realidad es que en los puntos de contacto, en donde concentraban su ataque, esta superioridad fue muchísimo más elevada. Obviando su determinación para atacar casi exclusivamente en la noche, otros aspectos interesantes a destacar, es que quienes ya habían atacado, eran sobrepasados y se continuaba el ataque con tropas de refresco (algo que nunca tuvo oportunidad nuestro sistema, totalmente estático), como así también el empleo de sus abundantes y profusas comunicaciones radioeléctricas y el uso de señales pirotécnicas, en un claro contraste con nuestras fuerzas terrestres. Sin mencionar el preciso y persistente bombardeo naval, y reduciendo el campo al apoyo artillero puesto en escena, ellos emplearon un Grupo de Artillería. Real, y los Grupos de Artillería 29 y 49, contra nuestros Grupos de Artillería N° 3 (GA 3) y Aerotransportado N° 4 (GA 4). El alcance del enemigo era de 17 Kms., contra los 10,5 Kms. Propios. Los Británicos movieron permanentemente su artillería a pesar de su superioridad en alcance, cosa que no ocurrió lamentablemente del lado propio, a excepción de una Batería de 105 mm., que se adelantó por el Moody Valley, unos cuatrocientos metros hacia el Oeste del ex cuartel de los Royal Marines. Nuestros Grupos de Artillería alcanzaban escasamente la primera línea (la que habían combatido con anterioridad los RI 4 y RI 7 en la primera fase de la batalla). Esta falencia evidentemente se acentuó en el caso del RI 4, ya que el GA 3 solamente alcanzaba la cima de Monte Harriet. Esto no ocurrió en nuestro caso ya que dispusimos de un apoyo artillero total y a discreción. Quiero recalcar que en el combate moderno y con la profusión de apoyo artillero , "No levanta la cabeza para observar, el que quiere, sino el que puede". En ese aspecto, el BIM5 también estaba preparado ya que, si bien disponíamos de los Observadores Adelantados de Artillería reglamentarios, todos los cuadros (incluidos los motoristas y cocineros...todos!), estaban adiestrados para controlar los fuegos de apoyo, de las propias armas del batallón, como de la artillería terrestre en apoyo y/o los fuegos propios navales y aéreos. Todo estaba integrado en el Batallón en la Central de Coordinación de los Fuegos de Apoyo (CCFA) Esa era nuestra organización para determinar, cómo eran y de donde provenían los fuegos del enemigo y los propios. Casi me animo a afirmar que nuestra CCFA, por la excelentes comunicaciones que disponíamos, las coordinaciones y enlaces con todos los Grupos de Artillería, hicieron de nuestra Unidad un algo muy duro de roer, con alta moral y altamente eficaz. No teníamos dudas, no se logró romper la cohesión de la Unidad y aún en el momento de la rendición, varias horas después que el grueso, mis hombres estaban en condiciones de proseguir la lucha, a pesar de los duros combates (incluso con lucha cuerpo a cuerpo), en que habían intervenido. Aunque, pasado el mediodía del 14 de Junio, ya no teníamos munición. El enemigo ponía detrás de cada tubo de Artillería (aproximadamente 54 bocas en total) varios cientos de proyectiles, contra los 368 diarios, por Batería, que habíamos previsto, (según diarios de la época, sobre la primera línea de cada unidad argentina que atacaban, disponían de una cantidad inusitada de proyectiles, aproximadamente unos 1000 por hora). No obstante, durante la Batalla, nuestra Artillería llegó a consumir prácticamente unos 15000 proyectiles sobre las fuerzas atacantes. Dejo de lado a nuestros queridos Bertas , que si bien infundieron temor por su calibre y alcance, no pudieron sostener ninguna misión importante, dada la escasez de munición de 155 mm. disponible. 4. El ataque final Durante todo el día 13 de junio, el enemigo efectuó tanto sobre el RI 7 Y el BIM 5 un demoledor bombardeo de artillería, al que se sumaba el fuego naval. Además efectuaban fuegos de interdicción sobre las Unidades que estaban ubicadas más hacia el este a los efectos de mantenerlas aferradas a sus posiciones evitando prácticamente todo movimiento hacia el frente. Nuestra CCFA funcionaba a pleno y fuimos adquiriendo un gran entendimiento con la Artillería propia, la que muy difícilmente erraba alguna concentración desempeñándose con alta eficacia. La reducida y pequeña Central no sólo indicaba los blancos, sino que muchas veces dábamos directamente a las Baterías los datos a introducir, para hacer los fuegos más eficaces. Mientras el duelo de artillería era incesante, el enemigo se aprestaba para su asalto final. Increíblemente, en la tarde del 13 de Junio las fuerzas atacantes iniciaron, con las últimas luces un ataque de diversión desplazándose desde Monte Harriet y siguiendo la dirección del camino hacia Puerto Argentino, con intención de atacar el Monte William, con efectivos aproximados a una Compañía reforzada. El fin era velar la real ubicación de cual sería su centro de gravedad (obviamente Tumbledown) tal como pensábamos que lo habían previsto para esa noche, en la fase final de la batalla. Este absurdo movimiento que buscaba sorprendemos e inducirnos a que el eje del futuro ataque sería desde el sudoeste, fue oportunamente detectado por el adelantamiento de nuestra reserva, la Compañía O (-), desplazamiento que aún no comprendo cómo el enemigo, no había detectado. La fracción enemiga fue frenada con una barrera de fuegos muy precisa, ella los desconcertó y antes que pudieran pensar, le colocamos otra a sus espaldas. No podían moverse y allí pasamos a fuego de eficacia, el resultado fue muy cruento pues la concentraciones de artillería y de morteros, eran muy precisas y contundentes. Prácticamente dos horas después del inicio de la acción, el Jefe de la Compañía Obra me pedía, "Señor, detenga el fuego, no queda nadie en pie y los gritos de los heridos empiezan a atemorizar a nuestra propia tropa". Cesa el fuego y en menos de cinco minutos, aparecieron aproximadamente cuatro helicópteros que comenzaron a retirar sus bajas, prácticamente sin visibilidad alguna. Pudimos derribarlos, pero no lo hicimos puesto que no trajeron refuerzos ni armas de relevo. Ello valió para que, con posterioridad en el asalto a Tumbledown, el enemigo atendiera una vez dominado el monte mencionado, con más premura a mis heridos que los suyos. Estas acciones y otras, me hacen apreciar que la Batalla de Malvinas fue el último combate, en que se respetó totalmente lo estipulado en las convenciones de la guerra. Sin embargo el enemigo no detuvo la acción demoledora de su artillería sobre toda la zona de acción del Batallón y sobre la del RI 7 que era para nosotros un espejo de lo que nos pasaba, espeluznante. Aproximadamente a 2215 horas, después un rolo de fuegos impresionante, se reiniciaría el ataque, sobre todo el frente de la línea defensiva que manteníamos, casi en forma simultánea. Desde el Sudoeste de Tumbledown, el enemigo se había desplazado hábilmente aprovechando la oscuridad, con el apoyo y protección de la Brigada de Royals Marines. Esta acción estaba en nuestro caso, a cargo de la Brigada del Ejercito Británico, tal como lo muestra la Figura N° 6. Al Sur, desde el Oeste y sobre el camino que conducía a la localidad, un Regimiento Galés. Sobre el Monte Tumbledown el Regimiento Escocés y sobre el mismo objetivo pero algo más retrasados por lo escarpado en ese lugar del Monte, el Regimiento Nepalés. En el Norte, al otro lado del Moody Valley, se encontraba consolidado el PARA 3, mientras el PARA 2, se había desplazado e iniciaba el asalto sobre el RI 7 (-), en Wireless Ridge. Las acciones tomaron una violencia inusitada, en especial el asalto escocés se había centrado en la Compañía N del Batallón, en particular sobre su 4 ta. Sección y sobre la Sección de Ingenieros de IM, transformados en una Sección de Tiradores, que tuve que desplazar a la parte más escarpada del Monte, ya que la Compañía B del RI 6 no había podido ocupar esas posiciones como lo habíamos coordinado y previsto, por la acción del enemigo y creo una orden que le ordenaba defender el Moody Valley. No obstante, esta Compañía se agrega al Batallón acorde con la orden que recibiera del Comando Superior hacia el Este de la 3era Sección de la Compañía N del BIM5. En ese lugar el combate fue más que virulento, se rechazaron varios asaltos, los defensores pudieron observar la espalda del enemigo, hasta llegaron a cantar en medio del combate. Pero ..., es una buena lección, los atacantes no se quebraban, regresaban por otro lado aprovechando el terreno. La defensa de la 4ta Sección y de todas las fracciones que intervienen en el combate de Tumbledown, fue realmente épica. Se armó y realizó un contrachoque con efectivos del Batallón y de la Comañía B (-) del RI 7, con un éxito relativo, puesto que el enemigo no cedió lo que ya había conquistado. Se efectúan fuegos de nuestra Batería de Artillería y Morteros de 106 y 81 mm, sobre la propia tropa, a requerimiento de su Jefe el Teniente Vázquez. Recuerdo que cuando hablaba con Vázquez y me hacía el pedido, habré dudado algún segundo, tanto que él mismo lo reiteró con vehemencia. La razón era que nuestros hombres estaban en sus posiciones y estaban prácticamente al descubierto y mezclados con las fracciones enemigas, en una total oscuridad iluminada constante y fugazmente por las explosiones. En esa lucha épica mueren casi de la misma forma, dos valientes, el Subteniente del Ejercito Argentino Silva con sus cinco conscriptos, que se habían agregado, y el Polizón del Grupo Araña del Batallón (los díscolos) el Suboficial Castillo. Ambos, al ver sus muertos y heridos y al sentirse sobrepasados, los dos heridos, saltan de sus posiciones sobre los atacantes vivando a la Patria y matando, y mueren heroicamente. Mientras los Ghurkas avanzan lentamente, su participación en el éxito enemigo es muy relativa, solo alcanzan a intervenir en la mañana persiguiendo por el fuego a los integrantes de los Morteros de 81 mm, cuando ya el Batallón ante la reiterada orden superior debe replegarse. Su Jefe de Operaciones Mike Sear (Inglés), que ha escrito un libro sobre el conflicto me ha comentado posteriormente, "poco hicimos en Tumbledown, nuestro objetivo era el Monte William, los que realmente lucharon muy duramente fueron los Escoceses. Pero ni yo ni mis hombres olvidaremos, que a pesar de nuestra veteranía íbamos atemorizados en durante el combate, y ocurrió, pues los hombres de su Batallón tiraban como demonios" Mientras en el Pony' Pass, el Regimiento Galés se iba topar de frente e inesperadamente con la Compañía Obra (-) del BIM 5, en la ejecución de su combate retardante que le habíamos impuesto. La misión de los Galeses, era asaltar y ocupar Sapper Hill. Decía un joven Capitán de esa Unidad, mientras embolsábamos mis muertos de Tumbledown, refiriéndose a ese encuentro inopinado, "que ellos habían combatido con dos Regimientos nuestros, que no pudieron avanzar en toda la noche pues los fuegos de la artillería y morteros argentinos los mantuvieron aplastados y que cuando amaneció y vieron que ya no estaban nuestros hombres, fueron los más felices de la tierra, aunque no habían cumplido su misión". Aproximadamente a las 0300 horas del 14 de Junio, preparamos y ordenamos efectuar un contraataque con la Compañía M, la O (-) que había recuperado, puesto que a la misma la retiré de sus posiciones a las 0130 horas. Aprovechando que la moral era muy alta y por estar convencido que la batalla se decidía en Tumbledown, preví esta acción que pensaba dirigir personalmente, en un esfuerzo final, para quebrar el ataque adversario. Tenía perfectamente claro que el Para 3 y el Para 2, nos flanqueaban, pero los fuegos efectivos de la Zona de Apoyo Logístico propia, y el fuego de las pocas piezas que sobrevivían del GA N° 4, con tiro directo, impidieron cualquier intento enemigo. Informé y pedí la autorización pertinente, pensaba en esos momentos que frenado el ímpetu enemigo esto era factible. Pero en realidad ello no fue posible puesto que si hasta esa hora era más que optimista por el desarrollo del combate, intervendrían otros factores, la munición comenzaba a escasear y en el único intento desde retaguardia de proveernos algo de proyectiles de Morteros de 81 mm. , la camioneta que se desplazaba hacia el frente, fue volada por una certera ráfaga de artillería del enemigo. Por otra parte se me dio la orden de replegarme hacia la localidad, logrando luego de discutir bastante, que se me autorizara a replegarme y reforzarme con el Batallón en Sapper Hill. Esta acción de repliegue de la Compañía Nácar , lamentablemente no ha sido filmada y permanecerá para siempre en mis recuerdos, por la entereza, el orden y disciplina de mis hombres para realizarla. La misma se efectuó con el apoyo de dos puntos en el terreno, uno que estaba a cargo de la Compañía C (-) y efectivos reunidos en proximidades de mi Puesto de Comando. Como de costumbre, mi Segundo Comandante el Capitán Ponce, se adelantó para establecer el nuevo Puesto de Comando en Sapper Hill y cuando estuvo prácticamente concluido y concretado el repliegue, ordené a la Compañía C ( - ) que se reintegrara a su Unidad de origen (me costó bastante convencer al Capitán Varela que lo hiciera. Llegué a mi nuevo Puesto de Comando, aproximadamente a 1100/1130 horas, todo estaba en orden, la Unidad lista a defender esta última altura y pensaba en esos momentos que la lucha continuaría, no obstante ya se observaba el arribo de helicópteros enemigos a la zona del hipódromo de la localidad y se veía el despliegue de efectivos enemigos descendiendo de las altura William y Tumbledown. A las doce recibí por parte del Jefe de Operaciones del Comando Superior la orden de replegarme "pues ya la Guarnición se había rendido". Posteriormente tuve otra intimación y finalmente le ordené nuevamente a mi Segundo Comandante que se replegara a la localidad y entrara desfilando a frente de los efectivos. Quedaba una pequeña retaguardia a cargo del Guardiamarina Koch, (14 hombres) y el Suboficial Vaca con una Ametralladora de 12,7 mm, que no quería replegarse. Todos los fuegos habían cesado, el silencio era tan terrible como la incertidumbre y el dolor de tener que rendirse. Cuando el Jefe de Compañía que había quedado a cargo, el Tte. Binotti, que permanecía aguardando a su retaguardia de combate me decía: " Señor podemos irnos" y nos paramos para hacerlo, aparecen unos cuatro o seis helicópteros enemigos que se aproximan raudamente sobre Sapper Hill. El Suboficial Vaca y su 12,7 mm., casi al unísono con todo el equipo de retaguardia, abren el fuego. Un helicóptero aterriza en llamas, los demás hacen lo mismo, desembarcan sus efectivos y se generaliza el enfrentamiento. Pienso que los helicópteros pensaban que Sapper Hill estaba desocupada, por lo que fueron totalmente sorprendidos. Sé que en esta última escaramuza de la pequeña retaguardia murieron varios de sus hombres y el enemigo perdió un helicóptero y otro resulto averiado Nos protegimos detrás de la altura y emprendimos caminando la marcha hacia la localidad a la que llegamos alrededor de 1500 horas. Este fue el fin de los combates. Pienso y estoy más que orgulloso del comportamiento de todos los hombres del Batallón, como también de todos los efectivos de las Fuerzas Armadas y de los civiles que intentaron retener en uno u otro lugar, en diferentes puestos y en distintas contingencias las Islas que habíamos reconquistado. En realidad siempre sostengo que cada uno hizo lo que pudo, lo que más pudo. 5. Conclusiones Para concluir, creo como muy conveniente, fuera de todo contexto político y de todo afán de discusión, aunque siempre la habrá, efectuar algunas reflexiones: • l. La base de las relaciones internacionales es sin duda la conciliación de los intereses que se deben establecer entre las naciones. • 2. Siempre que hay diálogo en busca de solucionar problemas, hay avances; aún cuando bajo el punto de vista de algunas de las partes(en especial la nuestra) pareciera que sólo se cede. • 3. La relación por proximidad es inevitable. • 4. Quienes conocen la historia de Gran Bretaña, saben que jamás ha cedido nada de lo que se apropió si la otra parte no reacciona, como ocurrió en 1982. • 5. El valor estratégico de las Islas es relativo cuando al lado de las mismas hay un continente. • 6. Se han reestablecido casi normalmente las relaciones con Inglaterra y las negociaciones aunque lentas, progresan. Pero progresarían mucho más si se mantuviera una adecuada reserva y no una inusitada y a veces poco seria publicidad sobre las mismas. • 7. Como argentino común, pienso que el sólo hecho de que nuestros diputados y senadores, tanto del oficialismo como de la oposición, conozcan e intervengan en estas discusiones, es un ejemplo alentador para la ciudadanía ya que ambos compartirán el éxito o el fracaso. Pareciera que comienzan a darse cuenta que los objetivos de la Nación están por sobre las banderías políticas. • 8. Las Resoluciones de las Naciones Unidas N° 1514 de 1960 “Declaración sobre la concesión de la independencia a los pueblos y países coloniales” y la N° 2025 de 1965, que reconoce la existencia del conflicto entre Argentina e Inglaterra y destruye el reclamo de autodeterminación de los isleños, tienen plena vigencia. Es más, han sido revitalizadas a través de sucesivas votaciones favorables para nuestra postura en los años próximos pasados. • 9. Malvinas, no debe ser otra cosa que una causa común para todos los argentinos por ende motivo de unidad entre nosotros (causa y objetivo nacional). • 10.Es una demanda irrenunciable inscripta en nuestra Constitución Nacional, ello nos compromete a todos los argentinos pero mucho más a todos nuestros dirigentes políticos, militares y funcionarios que han empeñado su juramento de acatamiento a la misma. • 11. Respecto al acuerdo para visitar las Islas hay que tener en cuenta: o Es un pequeño progreso que beneficiará a cualquier argentino que por propia determinación quiera visitarlas. o El acercamiento ha sido promovido no sólo por nosotros sino también por los isleños. o El problema de los familiares sin recursos para visitarlas, los que deberán seguir siendo asistidos por el Gobierno o Se abre una excelente oportunidad para que nuestras autoridades por medio de una Ley dispongan de los fondos necesarios para investigar por medio de la determinación de ADN, la identidad de cada uno de nuestros Héroes que yacen con el rótulo de NN 12. El paraguas del que tanto se habla, solo sirve para proteger de la lluvia, no la para. Y en ese mismo sentido, el fin fundamental de la soberanía no podrá ser evitado. 13. Estamos negociando por el camino de la razón, la que nos asiste. En realidad no hay títulos valederos de la parte en oposición excepto la posesión por la fuerza (usurpación), ya que bien se sabe en el mundo son históricamente nuestras, además la proximidad y la propia constitución geológica de la Islas así lo confirman. 14. Para negociar es necesario tener un respaldo, ellos lo tienen por la fuerza y la posesión, pero... nada se podrá explotar convenientemente ni el mar, ni en Malvinas sin el apoyo de los argentinos, es decir "nada se puede hacer en Malvinas sin nosotros". 15. Es conveniente e interesante reflexionar que después del conflicto de 1982, 10 que le pasó a Inglaterra, cuando estaba desmantelando su Armada, de ello podremos concluir que las Fuerzas Armadas de cualquier país no solamente son un elemento de disuasión, sino que son las únicas Instituciones que pueden asegurar la voluntad política de una Nación. 16. Como conclusión final a estas reflexiones creo que es fundamental y conveniente, que los Argentinos recapitulemos sobre toda nuestra historia, desde la formación de la Nación, nuestro pasado reciente y la cruda y actual realidad. Debemos miramos desapasionadamente, comprender que ya es hora de abandonar el viejo enfoque de que estamos unos contra otros, siempre hemos vivido en los enfrentamientos. , es de esperar que terminemos de confrontar entre nosotros. La realidad nos marca algo bien distinto, debemos aceptar que para que haya unión, paz y concordia, cuestiones que nos fortalecen, debemos aprender que a partir de la Gesta Malvinense debemos estar unos con otros y recuperar el sentido nacional, para construir, siempre construir la Argentina que todos soñamos. • Durante la guerra con el grado de Capitán de Fragata de Infantería de Marina se desempeñó como Jefe del Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM 5). En la actualidad es socio activo de nuestra entidad